A la casa de Guadalupe Coto no le falta detalle. Tiene tres pisos, varios salones, una buhardilla y una amplia entrada. La pega es que es de miniatura. Es una caja de muñecas pero inspirada en su vida doméstica y donde todo gira entorno a las cosas que le gustan. La construcción de unos pocos centímetros de altura era ayer una de las piezas más admiradas por los visitantes de la feria del "Pachwork" (un tejido que se hace a base de coser varias piezas entre sí) y las manualidades, que organizó la asociación cultural el "Buemporque" en el recinto ferial de Santullano, en Mieres. En las diferentes actividades y talleres participaron unas doscientas personas. Muchas de fuera de la región. De Cantabria, Ponferrada o Galicia, por ejemplo.

Coto es una de las profesoras de la asociación. En la feria aprovecha para seguir enseñando a tejer a sus alumnas. "Arriba están mis hijos", asegura señalando hacia el ático de la casa de muñecas. La construcción le llevó un año y medio. Le dedicó muchas noches, apunta. Todo está cuidado dentro de la casa. En uno de los salones está, incluso, sentado su marido leyendo un ejemplar de LA NUEVA ESPAÑA. "Todo está hecho a mano", explica. En algunas piezas ha tenido que tirar de imaginación. "Ese sofá", apunta, "lo hice con una caja de manzanilla".

En el resto del recinto ferial lo que abundaban eran mujeres, en mucha más proporción que hombres, cosiendo. La mayoría muy concentradas en su tarea. La entrada a la feria, según explica la presidenta de la asociación organizadora, Máxima Fernández, incluía un pequeño "kit" para coser una pieza que formaría parte de una colcha. Hecha entre todas las "manitas". De un metro por un metro, aproximadamente, apunta la secretaria del "Buemporque", Ana Adelina Álvarez.

Pero no era la única de las actividades programadas. Un grupo de personas estira, en el centro del recinto ferial, varias tiras de mimbre, de más de un metro de longitud, para intentar darles forma. Con esmero van trenzándolas para, al final, formar una pequeña campana. Ideal para colgar en algún árbol de Navidad que adornarán las casas durante las fiestas que ya asoman por el calendario.

Aunque no todo fue dar puntadas. La feria también incluyó un pequeño rincón solidario. La Fundación Aindace, para la ayuda a la investigación del daño y enfermedades cerebrales, aprovechó el evento para dar a conocer sus actividades. "Queremos dar difusión a estas dolencias, muchas veces desconocidas", señaló su presidente, Juan Álvarez.