Si alguien osó pensar que la fiesta de Nochevieja era solo y exclusivamente para adultos, Mieres se encargó de demostrar ayer lo contrario. Y es que cientos de pequeños disfrutaron ayer de una pionera noche de fin de año, que pese a llegar un día y unas horas antes de la entrada de 2018, no le faltó ningún detalle. Desde cotillones, un DJ profesional, bailes, bebidas -eso sí, sin alcohol-, animación, y como no, las tradicionales campanadas. La duda estaba en si disfrutaban más los pequeños o los padres, que participaron en una fiesta que va camino de marcar un antes y un después en las Navidades mierenses.

Desde las seis de la tarde, la música del DJ Diego Laruelo comenzó a sonar en la plaza del Ayuntamiento, que se llenó como en otras grandes citas de la sociedad mierense. Si algún despistado pasaba ayer por el consistorio, bien hubiera podido pensar que la fiesta de San Xuan se había adelantado seis meses.

-"Papá, yo el año que viene salgo en Nochevieja".

El pequeño Diego García, de 7 años, vivía ayer en Mieres su primera fiesta de fin de año. Su padre Jorge, solo le sonreía, consciente de que el año que viene repetirá experiencia. Y es que los padres disfrutaban tanto como los pequeños. Risas cómplices, bailes y cánticos juntos. La música, que combinaba canciones actuales desde el ya archiconocido "Despacito" hasta villancicos populares, hacía que niños y mayores no dejaran de mover el esqueleto y tararear, animados por Diego Laruelo, y por las responsables de "Sueños de Papel", la empresa encargada de organizar el evento.

Tras un pequeño parón para entregar los premios de la San Silvestre de Mieres, que compartió escenario con la "Nochejoven", de nuevo llegó el baile. Sonaba un tema de Álvaro Soler y el grupo Morat, cuando el DJ preguntaba: "¿Os la sabéis?" Y bajaba la música. Y como en otras fiestas para adultos, los pequeños respondieron cantando: "Yo contigo, tu conmigo", entre aplausos y risas.

El Ayuntamiento se iba preparando para la hora "H", las nueve de la noche, cuando se vivirían las primeras campanadas de fin de año. Eso sí, no sin antes recibir una visita muy especial. La de un Minion gigante que se fotografió y saludo a los pequeños en la plaza consistorial.

A las nueve estaba todo listo. Los pequeños ya tenían sus 12 lacasitos preparados. Y el reloj del Ayuntamiento comenzaba a dar las campanadas. Con la decimosegunda se iluminaban las luces de felicitación de entrada del año nuevo. Y todo fueron aplausos y gritos. En Mieres, aunque un día antes, ya viven en el año 2018. Hoy será el turno de que los mayores vivan su Nochevieja.