Hacer un paso alternativo que permita pasar el tráfico en la zona donde se produjo el argayo de Anzó (Sobrescobio), que prácticamente ha dejado aislado al concejo de Caso, es un proyecto "inviable". Esta es la conclusión a la que han llegado los miembros de la Unidad Militar de Emergencias (UME) que, durante la tarde del domingo, evaluaron la situación en la que se encuentra el desprendimiento. Además, se han reforzado los trabajos para intentar despejar, cuanto antes, el puerto de Tarna, que se encuentra cerrado por completo desde el sábado por la tarde. Un camión cuña del Principado se encuentra en la zona. El otro paso alternativo para entrar en el concejo, la carretera entre Infiesto y Campo de Caso por el alto de la Collá d'Arniciu, está despejado, ya que no requiere del uso de cadenas.

Las esperanzas para poder habilitar un acceso alternativo a Caso se habían puesto en la UME, especialista en instalar y montar infraestructuras de emergencia para casos como el del "argayón" de Anzó. Sin embargo, la evaluación de los zapadores (ingenieros) de la Unidad Militar fue negativa. El motivo, la gran estrechez del paso en el que se produjo el desprendimiento, que impide cualquier margen de maniobra. A un lado, la peña en la que se produjo el argayo, y que hay que sanear (derribando de forma controlada miles de toneladas de piedras que están inestables y tienen que caer). Luego, la carretera, tapada bajo toneladas y toneladas de rocas. Más allá, el río Nalón, hasta el que llegó parte del desprendimiento. Ahora, además, baja muy crecido. Al otro lado, otra peña, un gran desfiladero.

"Nos han confirmado que es inviable", lamentó ayer el alcalde de Caso, Miguel Fernández, que prácticamente vive al pie del desprendimiento desde el jueves, cuando se produjo. Los zapadores del Ejército visitaron la zona junto al regidor, a su homólogo de Sobrescobio, Marcelino Martínez, y a trabajadores del 112 de Asturias. La intención inicial que tenían los militares era ver si era posible habilitar algún tipo de puente o viaducto que pudiera salvar el argayo, o la zona del río Nalón. Tras un análisis exhaustivo, el resultado fue el que nadie deseaba: poco más puede hacerse de lo que ya se ha puesto en marcha. Tras pernoctar en Rioseco, los integrantes de la UME, liderados por un capitán, partieron en dirección Madrid.

El trabajo que se está haciendo en el argayo es "peligroso", porque se están derribando piedras "de muchas toneladas en algunos casos", tal y como destacaron los técnicos. El regidor casín subrayó que ahora hay que despejar, y tener en el mejor estado posible, las vías alternativas de entrada al concejo. "En Tarna hay un camión-cuña para intentar abrir el paso cuanto antes", si bien es cierto que en el alto puede haber hasta metros de nieve.

"Bastante tiempo"

El Consejero de Infraestructuras, Fernando Lastra, por su parte, explicó que la apertura del argayo necesitará "bastante tiempo", y evitó dar plazos, ya que lo principal "es abrirlo con garantías de total seguridad". Lastra aseveró además que se trata de una actuación con "muchas dificultades" técnicas.