La disputa entre Gijón y Barredo por la implantación del codiciado grado en Ciencias de la Actividad Física y Deporte entró ayer en una nueva dimensión. El alcalde de Mieres, Aníbal Vázquez, se desahogó en presencia del rector, Santiago García Granda, con un furor que por momentos sonó incluso a rabia: "Esto raya la tomadura de pelo. Se están riendo de los mierenses y no lo voy a consentir". Dicho esto, el regidor fue contundente ante la posibilidad de que los estudios acaben, en su totalidad o en parte, en Gijón.

Mandó un mensaje sin dobleces tanto a la Universidad como al Principado: "Si no quieren el campus de Mieres, que tengan valentía: que vengan y lo cierren". Ahora bien, subrayó que el "ninguneo" al campus de Barredo "no saldrá gratis". El primer cargo se lo pasó ayer al Principado. Mieres no participará del proyecto del área metropolitana, iniciativa que el gobierno local inicialmente apoyó. Hoy mismo saldrá del Ayuntamiento una carta dirigida a la Consejería de Infraestructuras: "que no cuenten conmigo para la milonga del área metropolitana. ¿Qué pintamos nosotros si es mentira todo? ¿Dónde está el reparto territorial? Este alcalde no va de palmero a ningún lado".

El encuentro entre Alcalde y Rector se enmarcó dentro de la presentación del campeonato de España Universitario de Judo, que se celebrará en el campus de Mieres este próximo fin de semana con 250 participantes de casi medio centenar de universidades. En ese contexto, dio la impresión de que Aníbal Vázquez pretendía abalanzarse contra el Rector para hacerle un Ippon.

García Granda, por su parte, se mostró bastante conciliador. Como novedad anunció que la decisión sobre la sede del grado se tomará antes de otoño. Subrayó que en las próximas semanas se desarrollará el programa de estudios, que servirá de base para definir el futuro de la carrera. Apuntó que la facultad de Formación del Profesorado y Educación, que en estos momentos ha tomado ventaja ante la propuesta privada del Padre Ossó para impartir el grado, se decanta por un fórmula "mixta", es decir, por una sede compartida. Ahora bien, las filtraciones apuntan a que la memoria de verificación de la citada facultad se decanta abiertamente por dar preponderancia a Gijón.

Cronológicamente, la intervención pública que ayer protagonizaron Aníbal Vázquez y García Granda se dividió en tres fases. Primero intervino el Rector con tono apaciguador. A pesar de ello, tiro un dardo: "No me parece correcto que se quiera planificar una titulación desde fuera de la Universidad". La réplica del Alcalde, en los términos citados, fue iracunda: "Hace unos meses una carrera industrial fue para Gijón, y a nadie le costó una palabra. Se implantó. Faltaría más. Sin embargo sacar adelante un proyecto en Mieres cuesta un triunfo. Siempre hubo gente que tuvo una reacción contraria a este campus, incluido el profesorado universitario".

El doliente alegato del Alcalde descolocó un tanto al Rector, que por momentos dio la impresión de empatizar con Aníbal Vázquez. Llevado por un momento de debilidad, o simplemente de objetividad, lanzó al aire una reflexión que bien puede explicar está pugna localista. Tras reconocer que las instalaciones del Barredo son las "más modernas e infrautilizadas" de la Universidad de Oviedo y que el campus local cumple con todos los requisitos para albergar el grado, esgrimió que "otros ayuntamientos tienen más poder y capacidad de decisión".

Para rematar la jornada, el Alcalde anunció ayer la suspensión de la cumbre con Universidad y Principado tras rechazar el presidente regional Javier Fernández participar el ella. El gobierno local no quiere que el encuentro se convierta en un "brindis al sol".