Madrid

La Real Federación Española de Automovilismo «mantiene su discrepancia», aunque «respeta» la decisión adoptada por el Colegio de Comisarios Deportivos del Gran Premio de Hungría de Fórmula 1, que relegó a Fernando Alonso de la primera a la sexta posición en la salida.

«La RFEA no tiene ninguna duda sobre la buena intención de los comisarios deportivos, pero entiende que la sanción ha producido un daño irreparable al piloto español, privándole de un mejor resultado», explicó la Federación Española en un comunicado.

El comité ejecutivo, reunido ayer para tratar este único asunto, ha solicitado al presidente de la Federación que traslade dicho sentir al responsable de la FIA, Max Mosley, «haciéndole constar el malestar existente por este asunto». La asesoría jurídica procedió a un estudio minucioso del reglamento de la Fórmula 1 para la temporada 2007 y, «tras un amplio debate, se ha encontrado que, aunque débil, podría haber un soporte para la resolución tomada por el Colegio de Comisarios Deportivos del GP de Hungría». La medida se basó, a juicio de la Federación Española, «supuestamente, en el artículo 151 c del Código Deportivo Internacional, que tiene una redacción lo suficientemente abierta como para hacer una amplia interpretación del mismo».