Valencia

El Valencia iniciará pasado mañana una ampliación de capital por un importe de 92 millones de euros que se suponía sentaría las bases de la estabilidad económica del club, pero la ampliación en la práctica podría quedar sin efecto. Y es que, aunque jurídicamente sólo pueda ser revocada por decisión de una junta general de accionistas, puede darse la posibilidad de que nadie suscriba capital.

Este nuevo panorama es consecuencia de la adquisición por parte de un grupo inversor extranjero, supuestamente estadounidense, del paquete de acciones de Juan Soler (37 por ciento) y Vicente Silla (4%), lo que, unido a los títulos de Vicente Soriano (cerca del 15%), supone la agrupación de más del cincuenta por ciento del capital social del club.

Con esta compraventa, Vicente Soriano podría regresar a la presidencia del Valencia y, además, se plantea un nuevo panorama que puede provocar que muchos accionistas se retraigan a la hora de adquirir acciones.

Cada accionista podrá suscribir a partir del miércoles hasta diez títulos por cada acción actual que tenga. Cada título tendrá un precio de 48,08 euros. Pero ¿para qué invertir dinero en una sociedad anónima deportiva que tendrá un socio mayoritario que decidirá a su antojo?