Gijón, Rubén DÍAZ

Eguren será el segundo mediocentro uruguayo que vista la zamarra rojiblanca. El primero fue Álvaro Gutiérrez. Un centrocampista de los de rompe y rasga que aterrizó en el verano de 2000 en Gijón de la mano del secretario técnico Rosendo Cabezas y del entrenador chileno Vicente Cantatore, que ya lo había tenido a sus órdenes en el Valladolid de finales de los noventa.

Gutiérrez, que desde hace dos años entrena a los juveniles de uno de los equipos históricos del fútbol uruguayo, el Nacional de Montevideo, es un admirador de Eguren. «Es el típico jugador uruguayo. Posee muy buen físico y desarrolla un despliegue enorme. Es un volante que posee muchísima llegada y tiene mucho gol a pelota parada. No es torpe técnicamente, pero su fuerte no es la distribución. Sus puntos más potentes son el orden táctico y la marca»

El ex futbolista del Sporting, que fue campeón de la Copa América con Uruguay en 1995, se explaya en el análisis del último refuerzo del Sporting. «Es un jugador tácticamente muy disciplinado e inteligente. Lo que le facilita enormemente saber leer los partidos. Cuando roba un balón suele llegar por sorpresa al área rival y así ha metido varios goles. Además tiene un gran remate de cabeza»

Álvaro Gutiérrez no duda un ápice en definirlo como un «líder dentro de la cancha, contagia mucho. Por algo estuvo en el Villarreal con Manuel Pellegrini siendo el compañero insustituible de Marcos Senna. En Uruguay está catalogado como muy buen jugador».

La empatía que Gutiérrez siente con el fútbol de Eguren le empuja a a lamentar que «no ha tenido mucha participación con la selección en este Mundial. Algo que me ha sorprendido un poco porque durante las fase de clasificación Sudamericana tuvo mucho protagonismo. De hecho, en la decisiva eliminatoria de repesca con Costa Rica fue titular en los dos partidos».

La categoría de Eguren como futbolista discurre en paralelo a su talla humana. «Es una muy buena persona y además tiene un nivel cultural muy elevado. Seguro que se va a integrar en el vestuario rojiblanco desde el primer día», pronostica Gutiérrez

Al echar la vista atrás, Álvaro Gutiérrez lamenta la mala suerte que tuvo en su única temporada como jugador sportinguista: «Una de las cosas más frustrantes de mi trayectoria profesional en el fútbol fue mi rendimiento en el Sporting. Tuve la desgracia de aplastarme un disco en una pierna. La lesión fue de tal gravedad que nunca más pude jugar al fútbol».

Diez años después de Gutiérrez, el Sporting volverá a tener un medio uruguayo en su plantilla.