Langreo

El Teatro de La Felguera acogió ayer la gala de entrega de los Premios Delfos 2010, que este año cumplen su XVIII edición. El acto sirvió de homenaje para muchos deportistas anónimos, y otros no tanto, que han destacado en el desarrollo de sus actividades. El jurado, pese a todo, no tiene únicamente en cuenta las metas alcanzadas, también presta atención a los valores humanos de los galardonados, algo en lo que ayer se volvió a insistir.

Este año el premio especial ha recaído en Julio Marigil, tras presentarse una candidatura respaldada por más de 200 firmas. El histórico futbolista y técnico del Oviedo recogió la distinción en medio de una salva de aplausos. Todos reconocieron sus méritos, «logrados tanto en los terrenos de juego como fuera de ellos». La distinción de carácter nacional recayó en José Antonio López Fombona, tras una dilatada trayectoria ligada al mundo del automovislismo. A sus casi 60 años ha conseguido varios títulos nacionales, destacando en las pruebas de montaña. Quienes mejor lo conocen afirma que se trata de un «hombre amable y cariñoso», pero que se transforma cuando se pone al volante de un coche de carreras.

Estos premios que concede la Asociación de Amigos del Deporte también distinguieron ayer a los dirigentes del club Recta Final de atletismo, Luis García, y gimnasia, Manoli Díaz López; a la nadadora María Noval Rodríguez, al entrenador de fútbol Iñaki Artabe, y al profesor de Educación Física Fernando Montes Camblor. Por último el Premio Delfos a la Entidad Deportiva fue a parar a manos del Club de Piraguas «Los Gorilas», de Candás.