Entrenador del Gijón Jovellanos de balonmano

Gijón, J. J.

La temporada del Gijón Jovellanos ha finalizado con un regusto agridulce por las dos derrotas sufridas en la fase de ascenso a Asobal, pero también con el orgullo de haber logrado meterse en ella cuando el objetivo inicial era evitar el descenso. Alberto Suárez tiene buena parte de culpa en la marcha del equipo.

-¿Qué valoración hace de la fase de ascenso?

-La fase de ascenso fue un reflejo de cómo es la División de Honor Plata, la Liga más atractiva de todas las competiciones de balonmano que se juegan en España, es la más igualada y emocionante. Nuestros partidos a lo largo de la temporada fueron victorias por muy pocos goles y derrotas también muy ajustadas, y la fase de ascenso fue igual, cuatro partidos y tres se resolvieron por un gol y el cuarto por dos, es imposible mayor igualdad. En cuanto al equipo tuvimos la mala suerte de perder los dos partidos por un solo gol, en el primero fallamos el último lanzamiento y en el segundo nos metieron el gol con el tiempo finalizado tras un partido que rozó la épica con muchos jugadores lesionados y con un arbitraje que permitió mucha dureza al rival, y aun así competimos hasta el final. Nos faltó experiencia, pero tiene que valernos para el futuro.

-Físicamente muchos jugadores acabaron lesionados, pero ¿y en la moral?

-De moral estamos muy reforzados. Es un orgullo ver gente muy joven jugar partidos de este nivel y dando la cara en todo momento. El año ha sido muy bonito en lo deportivo y también en los social por el gran respaldo de los aficionados que estamos logrando no sólo en Gijón, sino también en la mayor parte de Asturias que ha sentido a este equipo como suyo; en ese sentido cada temporada ha sido mejor que la anterior. Por cómo es este equipo, sus características, sus circunstancias, fuimos replanteándonos los objetivos a lo largo de la temporada. De los 20 jugadores que fueron a la fase de ascenso de Cangas, 17 estuvieron en la del año pasado de Primera a División de Honor Plata, los únicos nuevos fueron Pellitero, Huerta y Juanjo Ruesga, el grueso del equipo ha jugado dos fase de ascenso en dos temporadas consecutivas.

-¿Cuál ha sido la clave?

-La clave es que son gente de casa, si esta plantilla estuviese formada por gente de fuera no se hubiera llegado a donde se llegó porque no hubiesen aguantado todo lo que trabajamos y sufrimos nosotros.

-¿Y el futuro?

-Estamos un poco intranquilos por no tener claro el futuro del club. Nos gustaría saber si realmente merece la pena el esfuerzo que esta gente está haciendo, no podemos seguir jugando en estas categorías como lo estamos haciendo, cruzando España cada 15 días perdiendo de estar con la familia, muchos teniendo que pedir días en el trabajo o quitándoselos de las vacaciones. A la fase de ascenso cuatro jugadores se incorporaron a última hora del viernes porque ese día tenían examen y el viaje de vuelta muchos lo hicieron estudiando... Necesitamos que la gente se dé cuenta de todo este esfuerzo. Estos chavales necesitan un poco de cariño y de respaldo.

-Los hechos parecen dar la razón al planteamiento del club.

-Todo el mundo pone nuestro caso como ejemplo. Las dificultades económicas hacen que todos hablen de que es el momento de apostar por la cantera, que es lo que ha hecho este club desde su fundación. Pero ser de la cantera no implica que tengas que ser bobo. Llega un momento en que se necesita ver que tienes un respaldo. Del Ayuntamiento no tenemos queja, lo que han prometido lo han cumplido. Pero del Principado no ha llegado nada, y nosotros hemos estado llevando la imagen de Asturias por todas las canchas y a estas alturas no hemos visto un euro.

-El presupuesto del club no puede ser más ajustado.

-El presupuesto de club estaba basado en tres apartados: los socios, el Ayuntamiento y el Principado. Luego pretendíamos que entre ambos nos ayudaran a encontrar un patrocinador. Hemos acabado la temporada con sólo los dos primeros, si hubiese llegado el dinero del patrocinio del Principado el club hubiese podido pagar las mensualidades que nos adeudan. Lo que nos habían dicho que iba a pasar no ha pasado y eso da mucha rabia.

-¿De cuánto dinero estamos hablando?

-Que la gente no crea que estamos hablando de cantidades grandes de dinero ni mucho menos, estamos hablando de un presupuesto como un equipo de Tercera de fútbol, de Segunda B como mucho. La plantilla está formada íntegramente por asturianos y con jóvenes de gran nivel. Tengo internacionales en varias categorías que son pretendidos por muchos clubes y aquí parece que no importan. Lo dije el otro día, en Asturias se tiene una deuda con el balonmano masculino. Nosotros ya hemos hecho nuestro trabajo y creo que muy bien, no se puede hacer más con menos medios, y ahora los que tienen que jugar son otros. Hemos demostrado que el proyecto es una realidad y que tiene futuro. Hemos logrados un gran respaldo social y de los medios de comunicación, supongo que será porque estamos haciendo las cosas bien y eso tiene que notarse de alguna manera.

-O sea, que la filosofía del club no va a cambiar.

-La intención del club es seguir con la misma filosofía de trabajo. Va a seguir saliendo gente, la hay a corto plazo y de un buen nivel que irá entrando en el equipo como entraron los hermanos Paraja o Costoya. Este bloque merece mucho la pena por su sacrificio y su esfuerzo. En Asturias hay jugadores de sobra y alguno más que volverá la próxima temporada porque el balonmano cada vez está más complicado fuera de Asturias. Tenemos lo que otros deportes no tienen: jugadores de casa. Somos el único equipo de categoría nacional de todo el balonmano español que toda la plantilla y el cuerpo técnico es de casa. Pero eso no quiere decir que por ser de casa jugar les tenga que costar dinero.

-¿Será posible mantener la actual plantilla?

-Puedo asegurar que de esta plantilla nadie tiene interés en marchar a jugar a otro equipo. El cien por ciento de la plantilla cree en el proyecto y están muy ilusionados porque ven que cada vez se hacen las cosas mejor. Si las cosas se desarrollan con normalidad, el equipo el año que viene será incluso mejor que este. Algún día subiremos a Asobal porque hay mimbres, creo que está suficientemente demostrado, no es vender humo.

-¿Es optimista con vistas al futuro?

-Estoy muy ilusionado, pero no me fío un pelo, he vivido la desaparición del Deportivo Gijón tras quedar campeones de España junior con una generación de jugadores como Raúl Entrerríos o Toño Cartón que no se supo aprovechar y nadie se puso colorado. Ahora estamos en una situación similar que no podemos desaprovechar porque si lo hacemos no sólo seremos en hazmerreír de España, sino que no habrá una tercera oportunidad.