Luanco, Jose FERNÁNDEZ

Dos golazos de Diego y Adrián Cruz le sirvieron al Marino para conseguir su tercera victoria de la temporada y superar a su homónimo tinerfeño. Los visitantes recortaron distancias al poco de comenzar la segunda mitad, pero vieron frenada su reacción por la justa expulsión de Peraza en el minuto 69.

Los minutos iniciales fueron de tanteo, con los dos equipos con bastantes precauciones defensivas y sin llegar al área contraria. La primera ocasión fue para Juanma al filo del cuarto de hora. El delantero presionó al guardameta visitante que al despejar goleó el balón en el luanquín y salió muy cerca de su poste derecho. A los 19 minutos llegó el primer gol local. Diego controló un balón con el pecho y desde más de 30 metros lanzó un disparo bombeado que superó al portero canario y entró por la escuadra.

El equipo visitante se descompuso tras encajar el gol y sus jugadores perdieron durante un tiempo el sitio sobre el terreno de juego. Los de Quirós estuvieron a punto de incrementar su ventaja a los 23 minutos tras un saque de esquina ejecutado por Robert, pero el balón se paseó por delante del meta isleño sin encontrar rematador. El segundo luanquín llegó poco antes del descanso, tras una pérdida de balón por parte de la defensa visitante que recogió Adrián Cruz para lanzar un potente zurdazo desde el borde del área que se coló de nuevo por la escuadra derecha del meta Alberto.

El 2-0 con el que se llegó al descanso refleja la efectividad del Marino, que acertó en las ocasiones más difíciles y que se fue a los vestuarios con una cómoda ventaja.

El entrenador visitante, Willy Barroso, introdujo en la reanudación dos hombres de ataque para intentar meter de nuevo a su equipo en el partido y le pudo salir bien porque a los nueve minutos de la segunda parte y tras un buen pase de Maikel, el centrocampista Raúl Barcos se internó en el área y batió a Rafa Ponzo con un disparo raso. Era el primer tiro de los tinerfeños entre los tres palos y de esta forma marcaron su primer gol en el campeonato liguero.

Los minutos posteriores al gol visitante fueron de cierto desconcierto local, aunque no llegó a peligrar su ventaja. En el minuto 69 se produjo la expulsión de Peraza, una jugada determinante en la resolución final del partido y que se inició con una entrada a destiempo del recién incorporado jugador canario sobre Álex Blanco a la altura del banquillo visitante. Los tinerfeños acusaron el golpe y bajaron la intensidad a raíz de verse con uno menos, lo que aprovecharon los luanquinos para volver a coger las riendas del choque.

El equipo insular a punto estuvo de perder otro efectivo ya que el colegiado, González Arévalo, perdonó la expulsión a Mikel en el minuto 74 cuando derribó a Álex Arias cuando el atacante azulón ya encaraba a Alberto. En el tramo final del partido, el Marino dispuso de ocasiones para aumentar su ventaja, pero careció del acierto y efectividad de que había hecho gala en el primer periodo.

Victoria importante de los luanquinos que se afianzan en los puestos altos de la tabla y que suman su tercera victoria de la Liga, todas ante equipos que son rivales directos en la lucha por la salvación.