El Marino cayó claramente derrotado en la Ciudad Deportiva del Madrid, tras un mal encuentro de los de Quirós, que nunca tuvieron opciones ante un Madrid C que prosigue su escalada hacia los puestos altos. A la media hora, el Marino ya perdía por 2-0 y, lo que es peor, ofreciendo escasa resistencia a su joven y talentoso rival. La sentencia llegó ya en el segundo tiempo desde el punto de penalti y Chus Hevia marró otra pena máxima que hubiera salvado la honrilla gozoniega casi al final.

El encuentro empezó con el guión previsto de control madridista y el Marino esperando su oportunidad a la contra, con Álex Arias y Juanma como jugadores más adelantados. No pasó nada en el primer cuarto de hora, salvo un remate flojo del Omar local, pero el segundo filial blanco acertó en la primera que tuvo. Burgui se internó en el área por su banda izquierda, se la puso a Sobrino y éste se revolvió para dejar sentado a su marcador y batir a Rafa Ponzo por raso.

No varió mucho el panorama, ya que a los luanquinos les costaba enganchar con sus delanteros. El Madrid tocaba y tocaba con paciencia, a la espera de encontrar algún hueco en la zaga rival. No fue un primer tiempo pródigo en ocasiones de gol y hubo que esperar al minuto 29 para que, en una falta lejana botada por Aguza, Dani Suárez anotara el segundo con la colaboración de Rafa Ponzo, que no blocó, obstaculizado por un adversario y dejó el balón a los pies del central madrileño.

Quirós, visiblemente enfadado por el flojo inicio de su equipo, ordenó a sus futbolistas adelantar posiciones y asumir riesgos en busca de una remontada que se antojaba complicada. La única acción reseñable en todo el primer tiempo fue una internada de Queipo por su banda derecha con centro al segundo palo y cabezazo flojo de Robert. Poco después, a punto estuvo de llegar el tercer gol local en un remate de Aguza que despejó como pudo Rafa Ponzo, cuyo rechace lo mandó a las nubes Sobrino en boca de gol.

En el segundo tiempo salió más adelantado el Marino y, al contrario, ahora era el Madrid C el que trataba de matar a la contra. Los dos arietes, Sobrino y Juanma, fallaron sendas ocasiones clamorosas, solos ante los respectivos porteros. Especialmente clara la del pixueto, que tuvo todo el tiempo del mundo para preparar el remate y la echó fuera, junto al poste izquierdo.

Poco después llegaba la sentencia en un claro penalti por derribo de Raúl sobre Aguza que transformó Álvaro López. El centrocampista entró desde el banquillo para ejecutar la pena máxima y tuvo que hacerlo dos veces, ya que el colegiado ordenó repetir el lanzamiento. En ambos casos engañó a Rafa Ponzo y colocó el balón junto a la base del poste: primero el derecho y luego el izquierdo.

Los gozoniegos buscaron a partir de ahí lavar su imagen y merodearon las inmediaciones de la portería rival sin demasiado acierto. En rápidas contras, Mariano y Aguza pudieron ampliar aún más la cuenta y la mañana gris tuvo su epílogo con un claro penalti de Derik a Queipo que Rubén le detuvo a Chus Hevia, que recogió el rechace y su segundo remate se marchó por encima del larguero.

Fue una mala mañana del Marino, que el próximo domingo tendrá la oportunidad de resarcirse ante otro filial, el del Atlético de Madrid, en Miramar.