El Marino necesitaba imperiosamente la victoria en el derbi comarcal, después de haber caído a puestos de promoción tras seis jornadas sin ganar, y esa necesidad se demostró en el campo, porque los de Quirós salieron con mayor intensidad, más agresivos y más metidos en el choque que el Avilés. Los tres puntos alivian a los azulones, que quedan a un punto de la promoción (Caudal) y del descenso (Coruxo), mientras que la derrota deja a los blanquiazules séptimos, a cinco puntos del peligro y de la zona de ascenso.

Los dos entrenadores plantearon el partido de forma idéntica, con un mediocentro defensivo (Espolita y Geni) y una línea de cuatro por delante con un hombre en punta. Fueron los locales los que le sacaron mayor rendimiento, porque se mostraron superiores desde el pitido inicial. El único bagaje ofensivo visitante en el primer tiempo fue una jugada peligrosa de Matías por la izquierda que sacó Espolita al borde del área.

El primer gol llegó en una jugada local por la izquierda, con un gran centro de primeras de Álvaro Muñiz al segundo palo que encontró a Titi, que batió a Davo de un espléndido cabezazo tras ganar la espalda a Dani López. El Avilés sólo pudo reaccionar con un lanzamiento de falta directa de Dani López al borde del área y un poco escorado a la izquierda que se fue a la derecha de Rafa Ponzo.

El Marino cedió algo de posesión tras adelantarse en el marcador, pero el Avilés no llegaba con claridad y los contraataques locales eran muy peligrosos. Así llegó el segundo, en otra bonita jugada por la derecha de Álvaro Muñiz con un centro de Titi al punto de penalti, donde Jandro se adelantó a Mikel Méndez para batir a Davo. El partido se ponía muy bien para los de Quirós, pero la expulsión de Espolita con 52 minutos aún por jugar puso incertidumbre en un partido que tenían dominado. Quirós retrasó a David Álvarez junto a Álvaro Muñiz en el centro y el equipo se dispuso a defender, aunque sin renunciar al contraataque con Titi, Chus Hevia y Jandro, que trajeron en jaque a la defensa blanquiazul.

La afición local esperaba con temor la reacción visitante en el segundo tiempo, pero gran parte de los temores se diluyeron cuando apenas se llevaban jugados tres minutos de la reanudación. Fue otra jugada de Titi por la derecha que la defensa no acertó a despejar y el balón llegó a Jandro, que batió a Davo de un fuerte disparo dentro del área.

El Marino seguía siendo mejor a pesar de jugar con un hombre menos, y Josu Uribe se la jugó con los tres cambios al mismo tiempo en busca de mayor frescura por las bandas. Sacó a Pascual y adelantó a Geni, y sustituyo a Ito y Matías para dar entrada a Omar y Abraham, una maniobra que contrarrestó Quirós sacando a Dudi para reforzar la parcela defensiva.

El Avilés pasó a dominar pero sin crear ocasiones claras, aunque logró reducir distancias con un lanzamiento directo de Dani López, que ajustó el balón a la cepa del poste izquierdo de Rafa Ponzo, imposible para el portero azulón; pero el peligro era local, y Chus Hevia, David Álvarez y Dudi pudieron sentenciar. El gol de Omar en el descuento puso algo de emoción, pero el Avilés no volvió a llegar con peligro y sigue sin ganar fuera.