Roberto Robles pidió paciencia con el trabajo que está haciendo en el Oviedo. El técnico asturiano destacó en la rueda de prensa previa al partido de mañana ante el Racing de Santander que su equipo ya tienen "un estilo", pero advirtió de que aún queda mucho por hacer: "De aquí al play-off tenemos que mejorar muchas cosas".

También quiso Robles restar importancia al objetivo del primer puesto y reconoció que si mañana (16.30 horas) se pierde ante el Racing, será ya muy difícil alcanzarlo: "La diferencia de puntos sería ya muy importante". Para el técnico azul, quedar primeros no es tan determinante, ya que la primera eliminatoria, en la que podrían lograr el ascenso, conllevaría "una presión increíble. La diferencia de quedar primeros es que tienes el colchón de que si te eliminan en el primer cruce, tienes otra oportunidad. Pero al final tampoco va más allá".

El técnico azul considera que, por el contrario, hay que cambiar la mentalidad, rebajar las expectativas y ser algo más humildes: "El discurso se repite hasta la saciedad y creo que todos tenemos que cambiar. Si con lo que hicimos hasta ahora no conseguimos salir de donde estamos, vamos a probar todos, jugadores, club, prensa y afición, a hacer algo diferente. Al final es fútbol y son 80 equipos (los que compiten en Segunda B). Vamos a un campo (el del Racing de Santander) de un equipo que hace tres años estaba jugando UEFA, con jugadores que el año pasado estaban en Segunda y en Primera. Y que en la Copa del Rey eliminaron a equipos de Primera. El Real Oviedo tiene una historia muy grande que nadie va a cambiar y ojalá podamos volver a escribir páginas muy importantes, pero el Racing, también. Ésa es la línea que el club tiene que tener, que es un club muy importante, pero que los demás equipos también juegan".

El camino que ha recorrido con el Oviedo en las cuatro jornadas que lleva al frente del equipo es, para Robles, "muy bueno", aunque advierte de que aún queda mucho por hacer: "Uno de los problemas que siempre se transmitió es que no se sabía a qué se jugaba, no había un estilo concreto, no había una idea; y yo creo que ahora la tenemos, pero hay que ser realistas y conscientes de que esa idea tiene que madurarse y los resultados no llegan a corto plazo, sino a medio plazo". Pero a la vez que pide tiempo para evolucionar, el técnico azul reconoce que "la exigencia es máxima y la necesidad de salir de la categoría en la que estamos es inmediata".

Para el técnico azul, el partido de mañana ante el Racing no supone más presión que cualquier otro de los que lleva dirigiendo al Oviedo: "Noto presión desde el primer día, pero, sinceramente, para mí éste es un partido más contra un rival muy importante y muy potente, que puede ser un estímulo porque es un partido del estilo de un play-off. Pero nosotros de aquí al play-off todavía tenemos mucho que mejorar en juego y en mentalidad. También la afición va a estar diferente cuando llegue ese momento".

El entrenador azul no tiene ninguna duda de que el Racing va a apostar por esperarles atrás y salir al contragolpe, como ya hicieron en el Tartiere: "Supongo que mantendrán el mismo estilo de juego. Lo están haciendo bien y tienen buenos resultados, y eso es una muy buena labor de los jugadores y del cuerpo técnico". La forma de jugar del Racing hace que Robles considere aun más importante tener calma durante el encuentro: "Hay que saber jugar el partido, no tener prisa. Ellos van a jugar al contragolpe y si tenemos prisa vamos a facilitar que el rival nos genere ocasiones de peligro. Debemos tener tranquilidad".

Tampoco le preocupa demasiado a Robles no poder sentarse en el banquillo: "La importancia del entrenador en el partido es mucho menor que durante la semana. El que diga lo contrario para mí como entrenador es muy egocéntrico. Como técnico, durante el partido puedes dar información, transmitir confianza y seguridad, y retocar algún movimiento que te está haciendo el otro equipo. Pero los que juegan son los futbolistas. Por eso no me preocupa tanto no sentarme en el banquillo y a los futbolistas, tampoco".