"Me encontraba bastante mejor cuando tenía 24 años, lo que pasa es que ahora la experiencia te hace manejar los últimos minutos desde otro punto de vista". Cuéllar se niega a acaparar más méritos que el resto de sus compañeros, a la vez que resta valor a la posibilidad de que atraviese su mejor momento personal. El emeritense salvó al Sporting de la derrota con dos intervenciones providenciales ante el Llagostera. La última, la de mayor dificultad, en tiempo de descuento. "La parada se valora más por el minuto. Otros días el protagonista es el delantero porque mete el gol, pero el trabajo encomiable siempre es del equipo", subraya.

"¿Qué faltó para ganar? Marcar un gol", bromea Cuéllar, que destaca el buen trabajo defensivo desarrollado por el Llagostera. "Cuando te cierran los espacios tienes que mover el balón muy rápido, con pocos toques y no podemos hacer más. Lo hemos dado todo y no conseguimos sorprenderlos", destaca. El guardameta rojiblanco suma una jornada más con la puerta a cero y continuará como Zamora de la categoría a la espera de lo que haga mañana el Valladolid. Otro factor al que Cuéllar otorga todo el mérito al grupo y sólo acepta destacar el récord superar. "Me voy muy contento, sí, sobre todo por todos estos chavales tan jóvenes. Se están dejando la piel", afirma.