Si se hace caso a Luis Aragonés, que algo sabría del asunto el Sabio de Hortaleza, los objetivos, en el fútbol, se cumplen en los diez últimos partidos. El resto de la temporada serviría para llegar bien colocado a la recta de meta. El Sporting de Abelardo siguió al pie de la letra las indicaciones de Luis Aragonés y cerró la jornada 32 del campeonato en tercera posición, a un punto del Girona, segundo clasificado, y dispuesto al asalto definitivo al ascenso. Así, esta maratoniana Segunda División de 42 jornadas, se va a decidir al sprint. Girona y Sporting han mantenido un hermoso duelo en las diez últimas jornadas (queda aún el último esfuerzo), en las que ambos equipos han hecho méritos más que sobrados para lograr el premio gordo.

En un momento crucial de la temporada, en el que todos los equipos pelean por alcanzar sus objetivos, los números del Sporting son impresionantes. Los de Abelardo han sumado 21 puntos de 27 posibles, han ganado seis partidos y empatado tres, sin conceder ninguna derrota. Han marcado 12 goles y han recibido 3. Tres goles en contra en las nueve últimas jornadas de la competición definen a las claras la solidez de este equipo, que curiosamente recibió un gol en dos encuentros que acabaron con victoria rojiblanca.

El Sporting ha perseguido el sueño del ascenso con determinación y fútbol del bueno. Ha presionado al Girona hasta el límite de su resistencia. En las últimas semanas, los catalanes ya no han despachado a sus rivales con tanta solvencia y sólo el olfato goleador de Sandaza, un delantero de primer nivel en la categoría, le permitió amarrar los últimos seis puntos.

Hay que reconocerle al equipo de Pablo Machín su excelente temporada y su poderoso sprint final, emitiendo en muchas ocasiones señales de máxima solvencia. El Girona ha resistido las acometidas del Sporting y ha aumentado en un punto su ventaja sobre los rojiblancos. La realidad es que no cambia nada, que el Girona esté a un punto o a dos. Si los catalanes pierden el Sporting necesitará igualmente ganar al Betis, ya que no le sirve empatar a puntos con el Girona salvo que mejore en dos tantos su diferencia de goles.

Girona y Sporting tienen muchos en común, pero también grandes diferencias. Quien consiga el ascenso directo, se adjudicará también el título honorífico de equipo revelación de la temporada. Nadie esperaba al inicio de temporada ver a estos equipos en esta situación en los pronósticos. Fue precisamente Abelardo quien más confió en el equipo de Pablo Machín. El Pitu lo vio siempre como un conjunto con posibilidades de colarse en la promoción, a poco que le salieran las cosas.

La realidad es que el Girona cuenta con una plantilla más que aseada, con relevos de garantías en todos los puestos y que no ha sufrido demasiado cuando han faltado sus teóricos titulares. Hay que reconocer también, el trabajo del técnico Pablo Machín y de la secretaría técnica, que tuvo uno de los aciertos del año con el fichaje del centrocampista Granell, procedente de El Prat, de Tercera División.

El caso del Sporting es el contrario. Sin fichajes, con impagos a los futbolistas y viéndose obligado en ocasiones a acelerar los procesos de maduración, Abelardo ha situado a su equipo por encima de algunos de los grandes favoritos, como lo eran Valladolid y Las Palmas. El mejor Sporting de su pasado reciente ha llegado en el peor año. La Segunda División ha tenido esta campaña un nivel altísimo. Todo lo contrario que en la temporada anterior, en el que el ascenso fue mucho más barato de lo habitual en el fútbol de plata.

El último episodio de esta apasionante historia se escribirá el domingo a las seis de la tarde. El Girona recibe al Lugo y el Sporting visita al campeón Betis en el Benito Villamarín. Si el Girona gana, asciende. Si el Girona empata, el Sporting necesita ganar por dos goles de ventaja. Si el Girona pierde, al Sporting le vale ganar.