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Culé moyáu

Todo es posible en Tatooine

Estoy de acuerdo con Carl Silvio, editor de un interesante ensayo sobre la filosofía de "Star Wars", en que una de las razones de que el universo de "La guerra de las galaxias" sea tan cautivador a ojos de un público mayoritario radica en su fusión de unos elementos ultratecnológicos con otros que recuerdan al feudalismo y los inicios del capitalismo. Los habitantes del planeta Tatooine, por ejemplo, usan bestias de carga y participan en una economía de baja escala basada en el trueque, elementos incoherentes con las naves espaciales y los deslizadores terrestres que también vemos en el planeta. Como el universo de "La guerra de las galaxias", el partido Valencia-Barça fue tan cautivador a ojos de un público mayoritario porque fusionó la ultratecnología futbolística del Barça con un Valencia cuya economía futbolera estaba basada en el trueque. La maravillosa delantera culé creó varias ocasiones de gol de una belleza deslumbrante, que fueron contrarrestadas con la férrea confianza valencianista en una táctica inspirada en los inicios del capitalismo. En Mestalla convivieron las naves espaciales y las bestias de carga (es sólo una metáfora, que no enfaden los seguidores del Valencia). Resultado final: 1-1.

Como el partido Valencia-Barça se convirtió en el planeta Tatooine, los elegantes ataques del Barça parecían incoherentes con el tozudo plan defensivo valencianista, pero al final los deslizadores y el trueque mezclaron bien, así que los aficionados nos divertimos. El brutal cambio de imagen del Valencia también se podría explicar recurriendo a "La guerra de las galaxias" porque, en el episodio I, Qui-Gon le dice a Anakin: "Ten muy presente que tu enfoque determina tu realidad". Parece que el Valencia siguió este consejo galáctico, inspirado en el budismo, y cambió la patética realidad en la que malvivía con su anterior entrenador cambiando el enfoque de los partidos. El nuevo enfoque valencianista determinó la realidad de un equipo incansable, intenso y con una fe en un plan que algunos creímos antiguo y que nunca pareció que podría poner en aprietos a las naves espaciales barcelonistas pero que, con el 1-1, funcionó de maravilla. Todo es posible en el planeta Tatooine.

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