El Master 1.000 de Montecarlo abre la puerta de la temporada europea en tierra batida. Para Rafa Nadal, además, abre las puertas de sus mejores momentos. El balear tiene en Mónaco y en París (Roland Garros) sus dos grandes santuarios. En ellos labró a golpes de sudor y esfuerzo su leyenda y en el torneo monegasco quiere ahora recuperar esa sensacion de felicidad que acompaña al triunfo. Está en el camino, está de nuevo en la final de un gran torneo...

Nadal, quinto favorito, alcanzaba ayer la que es su décima final en Montecarlo (ganó ocho consecutivas entre 2005 y 2012) al remontar 2-6, 6-4 y 6-2 al escocés Andy Murray, segundo cabeza de serie. Era la culminación de un gran torneo para el balear, que el viernes apabulló en cuartos por 6-1 y 6-4 al suizo Stan Wawrinka, cuarto cabeza de serie, y que hoy se medirá en la final al francés Gaël Monfils, que daba cuenta de compatriota Jo-Wilfried Tsonga por un contundente 6-1 y 6-3 en apenas setenta minutos.

Nadal no encontró opciones ante el saque de Murray en la primera manga, pero el descanso entre set y set hizo cambiar la mentalidad del mallorquín, que, más agresivo, daba un pasa al frente para arrinconar al escocés en el fondo de la pista. Y aunque cedió en una ocasión su saque, rompía dos veces el del británico para anotarse la manga por 6-4.

En la tercera Rafa marcó diferencias desde el primer juego, quebrando el saque de un Murray que ya empezaba a notar el castigo en sus piernas. Necesitó Nadal cinco bolas de partido para cerrar el choque pero al final elevar los brazos y celebrar la victoria: la 352 en tierra batida. Una victoria con la que vuelve a una final del Master 1.000 casi tras un año de espera (Madrid, 2015) y que será la centésima de su carrera profesional, en la que acumula 67 títulos. Para Monfils, en cambio, la de hoy será la primera final de su carrera en un Master 1000 sobre arcilla.

Copa Federación. España gana 2-0 a Italia y está a un punto de lograr el ascenso al Grupo Mundial gracias a las victorias de Garbiñe Muguruza (7-6 y 6-0 ante Francesca Schiavone) y Carla Suárez (6-1 y 6-1 frente a Roberta Vinci).