Israel anunció ayer a bombo y platillo su mayor apuesta deportiva hasta la fecha: la celebración de la primera etapa del Giro de Italia 2018 que se disputará el 4 mayo con una contrarreloj en Jerusalén, recorrerá el país de norte a sur durante tres días y espera que haga despuntar el turismo. Tras 101 años de historia, el Giro cruza las fronteras europeas en una nueva apuesta por la internacionalización, llamada "Amore infinito 1", que ayer defendió el director de la Corsa Rosa, Mauro Vegni, en una rueda de prensa celebrada en un hotel de Jerusalén. La iniciativa ha sido criticada por la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), que considera que la primera etapa en Jerusalén forma parte de la campaña israelí de normalizar la ocupación.