Miembros de la directiva del Avilés Stadium se reunieron ayer con la concejala de Deportes, Ana Hevia, para hablar del campo en el que jugará la próxima temporada el equipo, que está muy cerca de conseguir el ascenso a Preferente y cuenta ahora con alrededor de 350 socios que llenan el Santo Domingo de Miranda en cada partido. El actual campo se le queda pequeño a un club "recién" nacido y aspira a una instalación con más sitio en la grada y otras características de seguridad que el actual no tiene.

Los únicos campos avilesinos que cumplen los requisitos que pide el Stadium son el Muro de Zaro, la que parece la opción más viable por el momento, y el Suárez Puerta, además de Tabiella, que gestiona el Navarro y que también estuvo en las pretensiones del Stadium, pero no cuajó. Esta primera reunión ha sido de contacto, para que el club expusiera sus necesidades y la siguiente será, se espera, con el ascenso en el bolsillo, momento en el que el Ayuntamiento decidirá si acceder a la petición del Stadium.

Todavía no se ha hablado de una proposición en concreto. En el Muro de Zaro juega actualmente el Llaranes, el equipo del barrio en el que está ubicado, además del Belenos de rugby. Y, por otro lado, el Avilés tiene la cesión del Suárez Puerta, aunque actualmente está embargada. Además, el acuerdo de cesión recoge que el Ayuntamiento puede disponer de un cierto número de días al año del campo, que encajarían con los que juega un equipo durante toda una liga, aunque este extremo no parece estar sobre la mesa.

La media de aficionados que asisten en cada partido a ver al equipo avilesino, que nació en 2015, está entre los 300 y 400 espectadores y el campo del Miranda cuenta con unas doscientas butacas en la grada. Para muestra un botón: en el partido que enfrentó al Avilés Stadium con el Luarca, el segundo clasificado, asistieron al Santo Domingo, más de 550 espectadores y más de la mitad de los aficionados tuvieron que seguir el partido bajo la lluvia que caía aquel día sobre el campo.

Además, con el ascenso a Preferente, las previsiones son que esos números aumentes, pero no es la mayor preocupación, sino la seguridad. El campo Santo Domingo no tiene túnel de vestuarios, ni mucho menos, jugadores y árbitros salen del campo y caminan por la instalación hasta la caseta de vestuarios. Un partido controvertido y quinientas personas siguiéndolo puede generar una inseguridad que el club pagaría.

A todo ello hay que añadir que el Avilés Stadium acaba de firmar su fusión con el Avilés Deportivo, con lo que a partir de la próxima campaña contará con equipos de cantera, que actualmente entrenan en La Toba. El club crece y espera que las instalaciones no sean un impedimento.