Pablo Carreño ganó ayer uno de esos partidos que suponen un punto de inflexión en la temporada. Necesitado de continuidad y confianza tras superar varios problemas físicos, el gijonés sudó la victoria frente al francés Adrian Mannarino, peor clasificado en el ranking mundial (27º por el decimoprimer puesto del asturiano), pero con un juego muy incómodo. Tanto que Mannarino salvó tres pelotas de partido cuando Carreño sacaba con 5-3 y después rozó la victoria con 6-5 y saque. Al final, en un disputado "tie break", Carreño se ganó los cuartos, donde hoy se medirá al búlgaro Grigor Dimitrov, cabeza de serie número 2 del Barcelona Open Banc Sabadell.

Con la victoria de ayer, Carreño ya mejora su última participación en el Conde de Godó, ya que en 2017 fue eliminado en octavos de final por el japonés Sugita. Ayer demostró una gran fortaleza mental para hacer frente a Mannarino, un rival que hurgó en la irregularidad que todavía muestra el juego del gijonés. Mannarino fue un muro cuando, con 5-3 y 40-15 para Carreño, parecía todo decidido. Remontó, le volvió a romper el servicio a Carreño para ponerse con 6-5 y saque. Ahí Carreño se agarró a la pista, salvó tres bolas de partido y forzó una "muerte súbita" tan emocionante como el resto del partido.

Hoy, en el segundo turno de la pista central -sobre las 2 de la tarde- Carreño afrontará el reto de Dimitrov, candidato a enfrentarse en la final con Rafa Nadal. Ayer Dimitrov pasó más apuros de los esperados para ganar al tunecino Malek Jaziri por 7-5, 3-6 y 7-6 (8). El balance Dimitrov-Carreño es favorable al búlgaro por 3-2. Mientras, Nadal resolvió su partido frente a Guillermo García-López en dos sets: 6-1 y 6-3.