Oviedo,

L. GANCEDO / Agencias

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España suma casi 1,3 millones de hogares que tienen en el paro a todos sus miembros en edad de trabajar. De ellos, 27.500 son asturianos, según recoge la Encuesta de Población Activa (EPA), cuyos resultados oficiales, conocidos ayer, vienen a certificar que Asturias ha pasado a estar, con 80.100 demandantes de trabajo, a la cabeza del país en el aumento del desempleo después de haber registrado, durante buena parte de esta crisis económica, una evolución más contenida que en buena parte de las regiones.

El número de familias que tienen a todos sus miembros en el desempleo es uno de los datos de la EPA que permiten una aproximación al impacto social del deterioro del mercado de trabajo. El resultado comprende aquellos hogares donde los integrantes que están en disposición de trabajar no tienen empleo y están buscándolo. Caben en ese grupo tanto las familias que no reciben prestaciones por desempleo como aquellas otras que cobran esos u otros subsidios sociales.

En Asturias, según una información contrastada con el Instituto Nacional de Estadística (INE), durante el primer trimestre de este año había una media de 27.500 hogares que estaban en las comentadas situaciones. Supone tanto como el 10% de las 284.200 familias asturianas que tienen a alguno de sus miembros laboralmente activos (trabajando o buscando trabajo). Y las familias paradas han aumentado un 53% desde principios de 2009 en Asturias, a una velocidad que, indica la apariencia estadística, duplica la media del país.

Como también duplica el promedio español la forma en que aumentó el desempleo en Asturias durante el último año. La región tenía entre enero y marzo de este año 21.600 parados más que a la misma altura de 2009. Es un incremento de casi un 37%, cuando el de España es del 15%. De un trimestre para otro, el Principado también cosecha uno de los peores resultados del país: el desempleo creció un 17% desde finales del pasado año, la tercera mayor subida de España, como anticiparon las cuentas que, por un error informático, se filtraron en la página «web» del Instituto Nacional de Estadística a principios de esta semana.

La versión oficial conocida ayer no cambia ni una décima de aquel anticipo. Se confirma que España está en los 4,6 millones de parados y que la tasa de desempleo ha superado ligeramente el 20%, la más alta desde 1997. En ese punto Asturias mantiene cierta ventaja: la proporción de desempleados con relación a la población activa es del 16,56%. La encuesta indica también que tanto en la región como en el conjunto del país el paro penalizó más a los varones que a las mujeres. Durante el último año, se destruyeron en España 700.000 puestos de trabajo, el 80% de ellos ocupado por varones. En Asturias la proporción es del 70%: se perdieron 25.000 empleos y unos 17.500 eran de hombres. Es un reflejo de cómo la recesión se ha llevado por delante actividad y trabajo, sobre todo en la construcción y en la industria, dos sectores donde la presencia femenina es modesta.

El esbozo que traza la EPA sobre la situación de la sociedad asturiana muestra también cómo la falta de empleo está penalizando a los jóvenes. La tasa de paro entre los menores de 25 años se aproxima al 41%. Esto es, cuatro de cada diez asturianos de esas edades que quieren trabajar no encuentran dónde. Y crece también a fuerte ritmo el número de desempleados que llevan al menos un año buscando empleo. Hay casi 28.000 asturianos en esa situación, cuando a principios de 2009 eran unos 15.000. El paro de larga duración, están advirtiendo los economistas expertos en el mercado laboral, va camino de convertirse en uno de los problemas más severos de esta crisis.

El Gobierno asturiano insistió ayer en que la evolución del paro aún se puede considerar más favorable en el Principado que en otras autonomías. «Sufrimos profundamente la crisis, pero mantenemos un comportamiento mejor», dijo José Luis Álvarez, director del Servicio Público de Empleo, que puso el foco sobre la tasa de paro, inferior a la media, y sobre la destrucción de empleo que ha sufrido la región desde que comenzó la crisis en 2008, también menos severa.