Oviedo,

Marián MARTÍNEZ

La producción industrial en Asturias subió en marzo, después de 16 meses en números rojos. El incremento fue del 4,2 por ciento respecto al mismo mes del año pasado, dos puntos y medio por debajo de la media nacional, que se situó en el 6,8 por ciento y que rompió con 22 meses en negativo. El repunte en Asturias se produce en todas las ramas de actividad, aunque los mejores resultados se dan en las multinacionales, especialmente Arcelor-Mittal, y en el sector metal, que ha logrado evitar el desplome con duros ajustes y las exportaciones. El consejero de Industria, Graciano Torre, destacó el repunte en todos los sectores, también en el energético, «prueba de que no estamos equivocados en el análisis de que mejora la demanda, paso previo a la creación de empleo», afirmó.

Femetal, patronal del metal asturiano, advirtió ayer de que el dato positivo de marzo hay que contextualizarlo en un momento de baja carga de trabajo y de pedidos, pero también aprovechó para reclamar el máximo apoyo a la industria «motor de la economía asturiana y nacional, y que se está convirtiendo en la salida de la crisis en los países más desarrollados, como Alemania y Francia», aseguró el presidente de Femetal, César Figaredo.

Arcelor-Mittal inició la parada de algunas de sus instalaciones en Asturias a finales de 2008. Era sólo el principio. En mayo de 2009 paró uno de sus dos hornos altos de Veriña (Gijón), una decisión que se tradujo en el mayor bache industrial de la región en los últimos veinte años, al afectar a otras empresas de la región y a la industria auxiliar.

A los recortes en Arcelor-Mittal se sumaron entonces las caídas en otras compañías de elaboración metalúrgica, como el cinc y el aluminio, lo que arrastró también a otro importante número de empresas.

El potente negocio energético de la región también se vio arrastrado por la caída de la producción de grandes, pequeñas y medianas empresas, y la generación eléctrica llegó a caer a límites desconocidos, con algún mes próximo a un 40 por ciento. El pasado mes de marzo la generación de electricidad subió, según los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), y aun así continúa en números rojos (-24,1 por ciento). Según fuentes del sector, se debe más a una situación estructural que a la relación con la producción industrial.

La multinacional siderúrgica ha ido aumentando su producción de manera lenta pero continua desde que el pasado mes de septiembre arrancara el horno alto B y a continuación el resto de instalaciones que había mantenido paradas durante el último año. Los últimos datos anunciados por la dirección de la compañía revelan que la producción de las plantas asturianas se sitúa a la cabeza del grupo, con una carga de trabajo media del 90 por ciento, frente al 72 del gigante siderúrgico. Una mejoría que coincide también con el repunte de actividad y resultados en el conjunto de la economía regional, de la que Arcelor representa, directa e indirectamente, el 30 por ciento del producto interior bruto (PIB).

El dato positivo de marzo para Asturias modera los negativos del acumulado en los tres primeros meses del año, con una tasa negativa del 5,6 por ciento, mientras que la media nacional registra un incremento del 0,1 por ciento.

César Figaredo, presidente de Femetal, advirtió de que «el dato positivo de marzo se compara con ratios de actividad especialmente bajas», como fueron los de 2009. «La situación es de diente de sierra en un contexto general de poca carga de trabajo en el sector y con perspectivas de continuar así a corto y medio plazos», añadió. Figaredo aprovechó para reclamar, una vez más, ayudas a la industria y al metal, «núcleos fuertes de actividad sostenida y estable sobre los que se debe desarrollar la salida de la crisis, igual que en otros países».