Madrid/ Oviedo,

Agencias/ M. MARTÍNEZ

Ofensiva española en un intento de recomponer la imagen de solvencia del país y de sus instituciones financieras. Por un lado, el Banco de España se propone hacer público el resultado de sus «pruebas de estrés» para que los mercados conozcan cuál es la situación de cada banco español. De otro lado, y en el frente político, el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, defenderá hoy, ante sus homólogos comunitarios, que la fortaleza de las finanzas españolas no está comprometida, pese a los continuos «rumores especulativos» sobre el riesgo de bancarrota, la mayoría de ellos con origen en la Alemania de Ángela Merkel.

Fuentes del Gobierno negaron ayer de manera tajante que las informaciones publicadas en Alemania y también en algunos medios españoles de que la Unión Europea y el Fondo Monetario Internacional (FMI) preparan un plan de liquidez para España. «Es rotundamente falso», aseguraron. El desmentido fue ratificado posteriormente, y por segunda vez esta semana, por la propia Comisión Europea (CE), que ayer calificó esas informaciones de «basura». El FMI también se sumó a los desmentidos. Esta reacción del FMI llega justo cuando el director gerente de la institución, Dominique Strauss-Khan, se prepara para reunirse el jueves con Rodríguez Zapatero en Moncloa.

Strauss-Khan discutirá con Zapatero «la situación de la economía mundial» y le consultará sobre el desarrollo de los acontecimientos en España, señaló un portavoz.

Algunos analistas sostienen que Alemania sale beneficiada por los rumores sobre España porque, a la vez que el mercado penaliza a la deuda pública española, mejora la posición de la alemana -el sólido bono alemán es la principal referencia del mercado- y, con ello, bajan los costes financieros de la Administración Merkel.

No está previsto que Zapatero pida a los socios comunitarios que defiendan de forma explícita a España, pero es previsible que el asunto se comente en los encuentros informales ente los líderes.

El Banco de España, en sintonía con una petición de la patronal AEB, baraja hacer públicas sus exámenes sobre las solvencia de la banca, que está encontrando dificultades para captar recursos en los mercados de capitales.