Oviedo, Pablo GONZÁLEZ

UGT y CC OO recelan de la intención de la patronal asturiana del metal (Femetal) de recuperar la figura del aprendiz para paliar las deficiencias del actual sistema formativo y garantizar el relevo generacional en una industria que generará un millar de vacantes en cinco años. Aunque no desdeñan la idea y se prestan a negociarla, los sindicatos sospechan que detrás del planteamiento de Femetal hay más propósitos: abaratar los costes salariales y obtener subvenciones públicas. Tanto UGT como CC OO exigen que cualquier movimiento en este sentido tiene que quedar reflejado negro sobre blanco en el convenio colectivo, que se comenzará a negociar este otoño.

«Estaríamos encantados de recuperar al aprendiz. Fue algo que dio muy buenos resultados, pero siempre que no se convirtiera en una figura de empleo precario y barato, sino realmente en algo útil para formar a la gente», señaló ayer Eduardo Donaire, secretario general de MCA-UGT en Asturias. Donaire muestra «cierta reserva» a la petición de la patronal porque también teme que lo que se busque sea «pedir subvenciones a los distintos gobiernos». Femetal ha demandado la implicación del Principado en la recuperación del aprendiz.

A decir de Donaire, para que en las empresas vuelvan a verse aprendices no hay que empezar de cero, ya que hay una base sobre la que se podría asentar la nueva era de la figura del meritorio. «Tenemos instrumentos como la Fundación del Metal, la formación reglada y la negociación colectiva», aseveró. El dirigente sospecha que el llamamiento de los empresarios es «otro capítulo un debate retórico y recurrente, igual que el del absentismo». «Es un tema que vuelve a aparecer porque en mayo se fueron casi 600 trabajadores jóvenes y formados (de otras empresas asturianas) a Arcelor». ¿Por qué se fueron? Donaire responde: «Será porque en seis mes allí ganan lo que un año en otra empresa».

Precisamente, una de las quejas principales de la patronal del metal sobre el actual sistema es que los contratos en prácticas no funcionan como debieran y que al final el empresario termina pagando la formación del trabajador para que éste se vaya a otra firma. «Les encantaría poder introducir la misma fórmula que hay en fútbol: cobrar por los derechos de formación», añadió Donaire.

El punto de vista de Mino García, secretario de la Federación de Industria de CC OO en Asturias, no es muy distinto del de su homólogo ugetista. García no ve mal la opción del aprendiz, «siempre que se deje claro cuáles van a ser sus funciones y la legislación en la que se va a mover». García echa mano de experiencias recientes para mostrar sus reparos. «Ahora se destina a labores de producción a gente con contratos de formación. Por eso hay que hacer un seguimiento de la mayor parte de los contratos».

El planteamiento de Mino García es el siguiente: aprendices sí, pero regulando todo el proceso para que «no se conviertan en el chico para todo». El dirigente de CC OO dice temer que el objetivo final de los empresarios sea conseguir «una mano de obra más barata».

Mino García tampoco entiende la advertencia de la patronal sobre la necesidad de atraer al menos a mil jóvenes al sector para cubrir otras tantas vacantes por jubilación en los próximos cinco años. «Hay gente con formación y cualificación suficiente. Otra cosa muy distinta es el tipo de salario que quieran pagar», señaló. Y abundó: «Es chocante que se llegara a decir que hacían falta entre 4.000 y 5.000 trabajadores cuando todos los días se está despidiendo a grandes profesionales».

De todas formas, García reconoció que la formación profesional en este campo «necesita una vuelta de tuerca». El líder sindical entiende que ante la crisis y la negociación del convenio que se avecina sería «un buen momento para hacerlo empezando desde cero».

«Es un debate recurrente que aparece porque se han ido 600 trabajadores a Arcelor»

<Eduardo Donaire >

MCA-UGT

«Hay que hacer un seguimiento de los contratos; pueden acabar como chicos para todo»

<Maximino García >

CC OO