Oviedo,

Marián MARTÍNEZ

Arcelor-Mittal encara el fin de año con una rebaja de su producción en Asturias y un mayor ajuste en Gijón. Las causas son las paradas técnicas de diciembre para labores de mantenimiento y la falta de carga de trabajo en el tren de chapa de Veriña, que obliga a aplicar un expediente de regulación de empleo que afectará a los trabajadores al menos durante los primeros días de enero. El nuevo año se presenta complejo, con malas perspectivas en los mercados, con la decisión pendiente de si se reconstruyen las baterías de coque de Gijón y con la discusión sobre la reducción de la plantilla siderúrgica.

La compañía aprovecha en Asturias dos meses al año para realizar labores de limpieza y mantenimiento en sus instalaciones. Son agosto y diciembre, aprovechando la caída de la demanda en los mercados al coincidir con las vacaciones estivales y navideñas. Los hornos altos A y B estarán «durmientes» de manera alternativa en distintas fechas, y por extensión el resto de instalaciones aguas abajo (acerías, trenes y líneas acabadoras).

Pero las perspectivas del nuevo ejercicio no se presentan optimistas, aunque Asturias sea la planta con menos problemas de todas las que la multinacional siderúrgica tiene en Europa.

Las instalaciones asturianas producen en las últimas semanas algo menos del 60% de su capacidad, aunque en el caso de tren de chapa no se llega ni a la mitad por la falta de pedidos. Aún así, la media de producción supera a la que están haciendo el resto de plantas de la compañía en Europa, donde hay varios hornos y líneas paradas.

Gonzalo Urquijo, presidente del consejo de administración de la multinacional en España, ya había advertido en octubre de la posibilidad de ampliar el expediente de regulación de empleo para los 12.000 trabajadores de la compañía, de los que la mitad está en Asturias. Pero la semana pasada se confirmaron los peores presagios y los sindicatos aceptaron una nueva prórroga, la última y con la que se cumplirán dos años de ERE.

La siguiente negociación que se prevé complicada será la de la reducción de plantilla en Asturias. La dirección de Arcelor acepta que los nacidos en 1951 se prejubilen el año próximo en las mismas condiciones que se pactaron para los que han abandonado este año la empresa. El problema está con lo que se denomina «tasa de reposición». Si la prejubilación es mediante contrato relevo, sale un trabajador y entra otro por él. Esto significa que si se prejubilan unos 400 en 2011 entrarán otros tantos. Pero la empresa ha hecho otras cuentas y quiere aplicar otra fórmula que evite el uno por uno, de tal manera que pueda reducir plantilla hasta dejarla en el año 2013 en 6.000 personas. A los sindicatos no les salen las cuentas, porque eso supondría no contar ni con los empleados de las auxiliares que ahora pertenecen a Arcelor ni con los eventuales. El nuevo año se presenta difícil desde el mismo enero.