Oviedo,

Marián MARTÍNEZ

Arcelor-Mittal aplicaría la nueva reforma laboral para rebajar salarios y aumentar la jornada laboral «sólo si no fuera posible» llegar a un acuerdo con los sindicatos. La empresa remarcó ayer en un comunicado que su «deseo» es «alcanzar el acuerdo» y añadía que «para ello está haciendo todos los esfuerzos necesarios para lograrlo». La compañía hizo públicas estas declaraciones escritas después de que las organizaciones sindicales presentaran la convocatoria de dos días de huelga general (el 20 y el 29 de septiembre) en todas sus instalaciones en España. Una movilización global que no se producía desde la reconversión industrial. El Gobierno regional hizo ayer un llamamiento a la calma y a la negociación, y aunque precisó que no puede inmiscuirse en cuestiones internas de las empresas, añadió que mantiene contactos permanentes con la dirección de la multinacional.

La multinacional siderúrgica pretende reducir sus costes laborales un 25% congelando los salarios, reduciendo las primas y la antigüedad y aumentando la jornada laboral. Los sindicatos insistieron ayer en su disposición a negociar, pero para ello exigen que la empresa retire su amenaza de aplicar la nueva legislación laboral, que le permite descolgarse del acuerdo marco y del convenio colectivo y modificar las condiciones laborales de manera unilateral. Ante la negativa de la compañía, las organizaciones sindicales han convocado dos días de huelga general y hoy mismo iniciarán asambleas informativas en todas las instalaciones en España para explicar la situación a los trabajadores de la siderúrgica.

La dirección de Arcelor-Mittal en España, que preside Gonzalo Urquijo, publicó ayer un comunicado para explicar que «ha abierto un período de negociación y, a la vez, de consultas con los representantes de los sindicatos, para negociar medidas frente a la difícil situación actual de mercado». Y añadió: «El deseo de la empresa es alcanzar un acuerdo con los representantes de los trabajadores, y para ello está haciendo todos los esfuerzos necesarios para lograrlo». A continuación afirma: «sólo para el caso de que aquello no fuera posible, Arcelor-Mittal, de acuerdo con la reforma del mercado laboral, ha abierto un obligatorio período de consultas para negociar la plataforma propuesta».

Continúa el comunicado de la compañía señalando: «como es sabido, esta situación se deriva de la difícil coyuntura del mercado del acero, situación agravada en España por el colapso del sector de la construcción y la caída del consumo privado».

Finaliza el escrito con un párrafo en que se señala: «Arcelor-Mittal confía en el diálogo social de las dos partes para negociar y lograr un acuerdo que garantice la viabilidad de las plantas que el grupo tiene en España».

El director general de Industria en Asturias, Luis Ángel Colunga, ex coordinador de los sindicatos de Arcelor-Mittal en Europa, pidió ayer a la compañía que «no acabe con el diálogo social, del que siempre esta compañía ha sido un ejemplo, incluso en los momentos más duros de reconversión industrial».