Alimerka, primera compañía privada asturiana en empleo y facturación, ha abandonado la patronal FADE porque, según fuentes de la empresa, «con la actual representación no se considera útil en ella». Éste es el segundo abandono tras el de General de Alquiler de Maquinaria (GAM). Fuentes empresariales no descartaron ayer que en las próximas semanas se puedan producir más salidas.

La crisis de FADE, lejos de amainar, vivió ayer un nuevo episodio. El presidente de Alimerka, Alejandro Fernández, se posicionó desde el primer momento a favor de que el presidente de la patronal Severino García Vigón, dimitiese después de que se supiera que está siendo investigado por presunto fraude fiscal en el IVA en una de sus compañías familiares. De hecho, el primer ejecutivo de Alimerka, integrada en FADE como empresa singular, presentó su dimisión en el comité ejecutivo de la patronal y en la Cámara de Comercio de Oviedo -que también preside Vigón-, donde ocupaba una de las vicepresidencias.

Alimerka rechazó ayer entrar en valoraciones y un portavoz se limitó a indicar que en este momento, «con la actual representación que existe en FADE, la compañía no considera que sea útil» en la patronal.

Esta marcha, según fuentes empresariales, supone otra andanada en la línea de flotación de la patronal asturiana, «no sólo por la repercusión en la imagen de FADE, sino también en el aspecto económico». Y es que las 46 grandes compañías o «empresas singulares» según la terminología de la patronal, entre las que se encontraba Alimerka, aportan el 50% de los recursos económicos que la organización ingresa mediante el cobro de cuotas a los asociados. Una cifra que viene a representar, a grosso modo, un tercio del presupuesto global de FADE, aunque esa tasa varía en función de otros ingresos variables que tiene la federación empresarial.

La decisión de Vigón de continuar al frente de la patronal provocó la dimisión en los órganos de dirección de los representantes de empresas tan representativas como Duro Felguera, Alsa, Los Álamos-Grupo Orejas, HC Energía, Coprosa, y García Rodríguez Hermanos, además de Alimerka y GAM, y la asociación de transportistas Asetra. Sin embargo, sólo GAM había abandonado la organización. Ahora también Alimerka. En el comité ejecutivo sólo quedan, de las grandes empresas, los representantes de Arcelor-Mittal y del grupo Masaveu. También continúa el presidente de la patronal del metal asturiano, Femetal, con críticas internas en su organización.

Los críticos con la continuidad de Severino García Vigón al frente de la FADE ya pronosticaron, tras la junta directiva que le ratificó el pasado mes de junio, que la crisis en la patronal se había cerrado «en falso», y que en los siguientes meses habría «nuevos coletazos» relacionadas con la división interna y con las dificultades empresariales de García Vigón.

La crisis se extendió también a la Cámara de Comercio de Oviedo, donde también han dimitido los mismos empresarios que lo habían hecho en FADE. Y aún está pendiente la resolución de las investigaciones judiciales que se están practicando.

«No sería descartable que haya más dimisiones. Y si en FADE se empiezan a ir las empresas singulares, veremos a ver qué ocurre», planteaba ayer un empresario.