El Gobierno regional y los sindicatos comenzaron ayer a armar el próximo pacto de concertación social. En el acuerdo, que suele recoger cuantiosas inversiones en obras y en medidas para impulsar la economía, se dará una prioridad máxima a luchar contra las altas cifras de desempleo de la región. También se planearán medidas para dar un empujón a la actividad industrial y conseguir una tarifa eléctrica competitiva para las grandes empresas asentadas en suelo asturiano. Así lo destacaron ayer los secretarios generales de UGT, Justo Rodríguez Braga, y CC OO, Antonio Pino, tras mantener una reunión con el recién reelegido presidente regional, Javier Fernández.

"Estamos dispuestos a ponernos ya manos a la obra para negociar un nuevo acuerdo", aseguró Rodríguez Braga tras la reunión. Los sindicatos reconocen que el escenario para discutir este nuevo pacto de concertación social es "complejo", debido al nuevo marco parlamentario que han dejado los resultados electorales (con un incremento de grupos políticos) y al económico, con la recuperación aún en pañales. El acuerdo debería incluirse dentro del próximo proyecto de Presupuestos Generales del Principado, cuya aprobación dependerá de los apoyos que consiga recabar el Partido Socialista entre la oposición, ya que no tiene la mayoría necesaria para sacarlo adelante. "Lo que esperamos es que el pacto del astillero no se extienda al resto de Asturias", criticó Rodríguez Braga, en alusión al supuesto acuerdo entre la marca de Podemos en Gijón, Xixón Sí Puede, y Foro Asturias, para permitir que la forista Carmen Moriyón siguiera al frente del Consistorio gijonés. En la misma línea, Antonio Pino destacó que "sociológicamente la mayoría de los asturianos han votado al centro izquierda, por tanto la unión sería lógica, pero desgraciadamente muchas cosas estarán más condicionadas por las próximas elecciones generales, que por el interés ciudadano".

La inversión

Lo que les ha dejado ya claro de primeras Javier Fernández a los representantes sindicales es que será complicado que las inversiones aumenten. Las estrecheces de las arcas regionales y los compromisos de cumplimento del déficit ya han provocado que muchos de los proyectos de infraestructuras incluidos en el acuerdo de concertación que aún está en vigor (acabará el 31 de diciembre), se hayan quedado en el dique seco, sin desarrollar, ante las quejas de los constructores de la región.

Aunque las negociaciones aún están muy verdes, los sindicatos sí que tienen claro cuáles deben de ser las grandes líneas del próximo pacto social. La prioridad máxima será la de intentar restituir la mayor parte del empleo que la crisis ha destruido. Para ello, pretenden potenciar el sistema de formación dual que comenzó a impartirse de forma experimental este curso. La idea es ampliarlo para hacerlo más ambicioso. También se quiere remodelar los planes de empleo locales con el objetivo de que den preferencia a los mayores de 45 años, aquellos que, destacó Braga, tienen ya difícil volver a reincorporarse al mercado laboral.