El II Congreso regional de la empresa familiar se abrió ayer en la emblemática plaza Trascorrales de Oviedo, germen en el pasado siglo de pequeños negocios. "Este escenario nos ayuda a recordar que en nuestro colectivo no podemos ni debemos olvidar de dónde venimos. Todos hemos recibido un legado que tenemos la obligación de preservar y fortalecer", señaló Eva Rodríguez, presidenta de la Asociación Asturiana de Empresa Familiar ante un nutrido grupo de socios y participantes en el congreso regional.

Para fortalecer el legado, el foro se centra este año en la innovación como herramienta de crecimiento y las ponencias de expertos y empresarios de éxito se celebran hoy, a partir de las 10.00 horas, en el Auditorio. "El objetivo es seguir aprendiendo, buscando nuevos horizontes para nuestros negocios, consolidando lo que hemos hecho bien y corrigiendo los errores", afirmó Eva Rodríguez.

En el acto de bienvenida también participaron Enrique Briones, en representación de Caixabank, y Rubén Rosón, concejal de Economía y Empleo de Oviedo. "La empresa familiar es la que más sensibilidad social está mostrando en este periodo difícil de la economía", señaló Rosón, que destacó "el arraigo cultural y social" de estas entidades y añadió que "forman parte del mejor escaparate que tiene Oviedo y Asturias en el resto del Estado y en otros países". Además, "son empresas que crean comunidad", apuntó el concejal sobre unas sociedades que constituyen el 85% del tejido económico regional y generan el 80% del empleo privado de la comunidad.

El acto de bienvenida al II Congreso regional concluyó con un cóctel en el que se sirvieron productos elaborados por empresas familiares asturianas. Sabor con raíces.