El pacto de viabilidad del grupo metalúrgico alavés Condesa con sus acreedores (la banca y el gigante siderúrgico Arcelor-Mittal) supondrá, de materializarse en los términos ahora negociados y pendientes sólo de los últimos trámites, que Mieres Tubos, la filial asturiana de Condesa, seguirá en manos de las dos familias fundadoras del grupo (Iribecampos y Uribarren), que también mantendrán en su poder la filiales Condesa Inox, de Legutiano (Álava) y Tubos del Mediterráneo (Tumesa), de Sagunto (Valencia).

Las diez entidades financieras acreedoras que participan en el acuerdo pasarán a controlar el 67% de Bagoeta, la sociedad titular del resto de los activos industriales de Condesa, y Arcelor-Mittal, proveedor y acreedor del grupo, asumirá el 33% y podría además adquirir las dos fábricas navarras del conglomerado.

La idea que subyace en el acuerdo es que Arcelor-Mittal acabe siendo el dueño dominante de Bagoeta a medida que la banca desinvierta. El pacto se alcanzó tras quedar descartada la oferta de compra que sobre el grupo Condesa planteó la familia vasca Aristrain.