El miedo a una nueva crisis global, que está hundiendo las bolsas, está justificado. Los expertos destacan que los parqués están reflejando los nubarrones que persisten en la economía mundial -que proceden principalmente de China y de los países emergentes- y la falta de instrumentos globales para lograr disiparlos. En ese contexto, resaltan que la que situación política de España añade problemas y advierten de que Asturias, que está a la cola de la recuperación y la fía a factores externos, podría quedar en una situación "delicada".
"Las incertidumbres cotizan a la baja y en estos momentos hay una conjunción de ellas", afirmó Juan Vázquez, catedrático de Economía Aplicada y exrector de la Universidad de Oviedo, para tratar de explicar el hundimiento de las bolsas. Entre esas incertidumbres, Vázquez destacó la desaceleración de China, la recesión de países emergentes que habían sido claves para amortiguar la crisis, la caída del precio del petróleo y las materias primas, los temores al comportamiento del sector financiero (principalmente en China, pero también en países europeos que no abordaron una reestructuración, como Italia) o los efectos de la subida de tipos de interés en Estados Unidos. "La confluenciencia de esas incertidumbres afecta a los inversores y siempre que hay una caída de las bolsas hay una pérdida de riqueza que se transmite al conjunto de la economía", destacó el exrector de la Universidad de Oviedo, que añadió que Asturias no se queda al margen de los efectos y destacó el impacto en las cotizaciones de empresas como mucho peso en Asturias como Arcelor-Mittal, Duro Felguera o Liberbank.
"La Bolsa es un indicador adelantado de lo que ocurre en la economía", apuntó por su parte Manuel Hernández Muñiz, profesor de Economía Aplicada de la Universidad de Oviedo, que recaba datos para buscar una explicación al comportamiento actual de las bolsas y de mano la vincula a la caída del precio del petróleo y de las materias primas, "un factor que en Asturias ya está afectando a la marcha de grandes empresas como Arcelor-Mittal".
Para Joaquín Manuel Lorences, catedrático de Fundamentos del Análisis Económico de la Universidad de Oviedo, la desaceleración de China y la crisis de los países emergentes son los principales factores desestabilizadores y "son de tal magnitud que desbordan cualquier previsión de los organismos internacionales". Lorences destaca que los observatorios económicos se limitan a estudiar determinadas zonas, pero no hay instituciones que estén a la altura de los movimientos de la globalización. "Eso genera incertidumbre y las bolsas la reflejan", apuntó Lorences, que añadió que esa situación afecta "muy negativamente" tanto a España como Asturias, "con muy poca capacidad de influir" en esas corrientes.
Exportar, un salvavidas
El salense Juan Velarde, catedrático emérito de Estructura e Instituciones Económicas de la Universidad Complutense de Madrid, añade a la crisis de los países emergentes otros factores como los endeudamientos de Japón y de otras potencias europeas, las dudas sobre el despegue de Estados Unidos y los bajos niveles de crecimiento en Europa. Apuntó que las exportaciones han ayudado a España a salir de la crisis "pero el bajo crecimiento de nuestros principales clientes, los países europeos, no invita al optimismo" y además "muchas empresas españolas están muy expuestas a la marcha de países emergentes de Iberoamérica, como Brasil, que han entrado en recesión", destacó Velarde. "A todo ello, en España se suma la incertidumbre política y las amenazas de revertir el actual marco de flexibilidad laboral, lo que contribuye a la desconfianza de los inversores", resaltó el catedrático emérito de la Complutense, que añadió que Asturias, a la cola de la recuperación en España y fiándola al crecimiento del conjunto de la economía española y europea, "queda en una situación delicada porque hace tiempo que se ha superado el proteccionismo".
Todos los expertos destacan que la situación económica precisa atención máxima en estos momentos para poder encauzar la recuperación en España y que drene todas las capas de la sociedad. "Se necesitan políticas económicas serias y cautelosas, lo que menos hace falta ahora es demagogia y desgraciadamente es lo que más se está oyendo", señaló Juan Velarde. "Deberíamos estar muy atentos a la economía y menos a los titiriteros", apuntó por su parte el exrector Juan Vázquez.
