España, segundo país de la UE con el mayor porcentaje de desempleo sobre población activa, se situó al cierre del año pasado como la cuarta economía de los 28 con la menor tasa de empleo en el segmento de población comprendida entre los 20 y los 64 años.

En España tienen empleo el 62%, 8,1 puntos por debajo del promedio europeo (70,1%), según dijo ayer la oficina estadística europea. Sólo arrojan un saldo peor Grecia (54,9%) y Croacia e Italia (ambas, con el 60,5%). El "ranking" de empleo lo encabezan Alemania, Estonia, Lituania y Suecia. Estos cuatro países superaron la tasa de empleo del 75% que la UE se fijó como objetivo para 2020.

Aunque España persevera en los puestos de cola, fue uno de los siete países (junto con Hungría, Estonia, Bulgaria, Letonia, Irlanda y Eslovaquia) en los que más aumentó su tasa de empleo respecto a 2014. El avance de la ocupación fue general en casi todas las economías de la Unión. Sólo en dos se redujo: Bélgica (la tasa menguó una décima) y Finlandia (dos décimas menos).

Por sexos, la posición relativa española es mejor en empleo femenino que en el masculino. La tasa de ocupación general española en 2015 es 8,1 puntos inferior al promedio europeo. En el caso de los hombres el diferencial sube dos décimas, hasta 8,3. Y en las mujeres la brecha con Europa se estrecha a 7,9 puntos.

España es el 17.º país de 28 en el que la brecha de empleo a favor de los hombres en relación a las mujeres es menor. La ocupación masculina española entre 20 y 64 años es 11,2 puntos superior a la femenina mientras el promedio de la UE es de 11,6. El país más equilibrado es Finlandia, donde la tasa masculina sólo supera a la femenina en 2,1 puntos.

La posición relativa española en tasa de empleo respecto a los países socios es mejor en el segmento de población entre 55 y 64 años. Aunque la ocupación cae al 46,9% (15,1 puntos peor que el nivel de ocupación de 20 a 64 años), España supera en nivel de empleo a diez países.

Por otro lado Asturias fue en 2015 la segunda región con menor salida de trabajadores a otras regiones (7,6% de los contratos firmados), según la empresa de recursos humanos Randstad. En España la movilidad interprovincial afectó al 12,8% de los contratos.