Liberbank, que el miércoles desvelará a los sindicatos un plan de recorte de plantilla que afectará a cientos de trabajadores (el volumen aún no ha sido precisado), ganó en el primer trimestre 38 millones netos (después de impuestos), el 33,1% menos que en igual periodo del año anterior y el 70,3% por debajo del trimestre precedente (el último de 2015). En la caída del resultado también influyó un aumento de las dotaciones para provisiones en 102 millones.

La entidad, liderada por la Fundación Bancaria Caja de Ahorros de Asturias, registró entre enero y marzo un recorte de su margen de intereses (negocio típico bancario) del 10,2%, hasta los 116 millones (lo que está vinculado a la fuerte presión a la baja de los tipos de interés), si bien la caída del margen de negocio minorista recurrente fue menor: aportó 97 millones, el 7,4% menos. Pese a ello, Liberbank logró aumentar su margen bruto en el 36,2% (se situó en 331 millones) merced al fuerte alza de sus resultados de operaciones financieras (214%) y de los resultados de otros productos de explotación (152%), lo que permitió compensar la caída de los ingresos procedentes de sus participaciones empresariales, que se contrajo el 107%. Los ingresos por comisiones también crecieron (0,9%).

Los gastos de administración permanecieron estables (se recortaron el 0,6%) aunque el coste del personal menguó el 3,7%.

El nuevo plan de ajuste laboral que el banco desvelará el miércoles, y al igual que el nuevo plan comercial y de reordenación y reconfiguración de oficinas en el que se basa el proyecto de supresión de empleos, pretende actuar sobre estas partidas de coste, además -según la justificación que explicitó el banco- de adaptar su estructura a las nuevas tendencias de consumo bancario de la población. Liberbank externalizará en una filial en Toledo parte de las tareas administrativas de las oficinas y concentrará sucursales, que pasarán a agruparse en cuatro modalidades: oficinas de gran tamaño en ciudades importantes, oficinas urbanas similares a las anteriores pero algo menores, sucursales urbanas ligeras focalizadas al autoservicio, y otras totalmente automatizadas.

La dotación de provisiones por 102 millones se destinará precisamente a cubrir los costes del nuevo plan comercial. La entidad también dedicó 50 millones a saneamientos para reforzar el nivel de cobertura de riesgo de crédito.

La suma de la mejora del margen bruto y la leve contención de costes permitió mejorar el margen de explotación el 66,6% y situarlo en 224 millones.

El banco explicó ayer que ha seguido reduciendo la morosidad por octavo trimestre consecutivo (cayó en 1,1 puntos porcentuales en tasa interanual, hasta el 0,6%, excluidos los créditos de CCM cubiertos por el Fondo de Garantía de Depósitos) aunque aumentó el saldo de la inversión crediticia, con un avance del 0,7% en el trimestre y del 3,9% en el segmento específico de empresas. Es la primera vez que repunta tras varios años de caída por el desendeudamiento que han realizado empresas y familias. El resultado bruto (antes de impuestos) se situó en 48 millones, el 39,2% menos que doce meses atrás.

El balance del banco (41.685 millones) decreció el 1,1% respecto al trimestre anterior y menguó el 1,6% en comparativa interanual. Los recursos gestionados de clientes minoristas (depósitos, fondos de inversión y de pensiones y seguros de ahorro) se situaron en 28.725 millones (el 1,2% menos) por los movimientos realizados por las administraciones públicas y el aumento de los productos fuera de balance (crecieron el 2,2% en comparativa anual, hasta los 4.558 millones), aunque los recursos de clientes privados permanecieron estables. La entidad siguió aliviando su dependencia de los mercados financieros mayoristas y la redujo el 9,9% en relación a un año antes.