Un millar de activistas ocupó durante el fin de semana una gran mina de carbón a cielo abierto en la región alemana de Lausitz (este del país) y cientos de ellos bloquearon hasta ayer las vías de los trenes que transportan el combustible a una central eléctrica cercana, de la compañía sueca Vattenfall. El objetivo de la acción, enmarcada en una movilización a nivel mundial por la "justicia climática", era reivindicar el fin del uso de los combustibles fósiles. El sábado, la policía detuvo a 130 personas que entraron por la fuerza en el recinto de la citada central térmica. En la protesta participaron activisas de diversas nacionalidades, que contaron con el apoyo de "observadores parlamentarios" , entre ellos eurodiputados españoles de Podemos.