El ministro alemán de Finanzas, Wolfgang Schäuble, reivindicó ayer ante sus homólogos y los gobernadores de bancos centrales del llamado G-20, un acuerdo de carácter global para poner un impuesto sobre las transacciones financieras. "Siempre existe el problema, como pasa en la Unión Europea, de que gravamos todos los intercambios de bienes y servicios, excluyendo los financieros", dijo el ministro germano.