El consejo de administración de Duro Felguera celebrado el jueves, y que aprobó el relevo en la presidencia de la compañía de Ángel del Valle por Acacio Rodríguez, decidió no renovar el contrato de asesoramiento de Miguel Zorita, que venció el sábado, así como vender la sede madrileña de la ingeniería a un fondo de inversión con sede en Luxemburgo por 38 millones de euros, 5 millones más de los que había ofrecido el Banco Sabadell.

La ingeniería asturiana ha iniciado ya las negociaciones finales con el fondo luxemburgués para formalizar la operación una vez que este vehículo inversor presentó una oferta vinculante por el inmueble madrileño. Los 38 millones que ingresará la sociedad le permitirán liberar avales que tiene pignorados y aportar garantías a la banca acreedora para que reactiven el respaldo financiero a la sociedad para afrontar sus gastos inmediatos y no incurrir en impagos de salarios y con proveedores.

La oferta luxemburguesa por el edificio, que se negoció en el tramo final del mandato de Ángel del Valle (relevado el viernes en la presidencia por el consejero independiente Acacio Rodríguez), tiene el conocimiento y respaldo del Sabadell, que se había brindado a desbloquear la situación de la compañía asumiendo la compra del inmueble por 33 millones en caso de que no hubiese una oferta mejor.

La oferta de adquisición atribuida a Sandra Ortega, hija del fundador de Inditex, suponía un ingreso neto muy inferior para Duro según los términos divulgados pero, según testimonios de fuentes del grupo de bancos acreedores y de sus asesores, nunca hubo constancia oficial de tal propuesta.

La reunión del consejo que concluyó en la noche del jueves (y en la que se pactó el relevo del presidente, Ángel del Valle, por el vocal externo Acacio Rodríguez, lo que se oficializó el viernes) decidió a su vez no prorrogar el contrato de Miguel Zorita, el asesor que fue contratado por Duro el 25 de mayo por un periodo de seis meses para contribuir al diseño y definición del plan de reestructuración de la empresa asturiana y servir de interlocutor entre Duro y los bancos acreedores.

El pasado jueves, durante la prolongada reunión del consejo, trascendió que el entonces aún presidente Del Valle (discrepante con la gestión de Zorita) estaba decidido a plantear que no se renovase el contrato de asesoramiento. Finalmente, el consejo respaldó esta propuesta. La relación entre Del Valle y Zorita se había deteriorado desde el pasado mayo. En este tiempo, Zorita, que en Asturias preside Daorje, diseñó y negoció con la banca un proyecto de refinanciación, reestructuración y recapitalización de la sociedad, así como un plan de negocio acorde con ese escenario, fue uno de los cauces de interlocución entre la empresa y los acreedores, y mantuvo negociaciones con los posibles inversores dispuestos a aportar recursos a Duro en forma de capital para reforzar los recursos propios de la sociedad.

Aunque en el contrato de tregua financiera entre la empresa y sus bancos (vigente desde el 15 de junio y que el pasado 1 de octubre se prorrogó hasta el 15 de enero) existe una mención a la figura del asesor financiero y sus funciones durante el proceso, fuentes de la banca y de la empresa coincidieron en señalar que en el contrato no se determina quién ha de desempeñar esa tarea. "No existe una 'cláusula Zorita'", dijeron medios de los acreedores.

Zorita, profesional muy bien considerado por la banca, de la que procede, fue contratado por Duro para desbloquear y agilizar las conversaciones con los acreedores. En medios de la sociedad se dijo en los últimos meses que la contratación de Zorita fue una petición de los bancos para facilitar el entendimiento mientras que la banca asegura que se limitó a sugerir la conveniencia de que la compañía designase a un asesor, así como un banco de negocios, sin determinar que estos fuesen Zorita y Rothschild.