Benidorm / Oviedo

Con el apoyo de un tránsfuga, los concejales dados de baja del PSOE arrebataron ayer la Alcaldía de Benidorm al PP al aprobar, en un tenso Pleno, una moción de censura en una operación parecida a la que 18 años antes había llevado a Eduardo Zaplana al sillón municipal.

Centenares de vecinos recibieron con pitos a la madre de Leire Pajín, Maite Iraola, que durante toda la sesión se mostró eufórica, y al resto de ex ediles socialistas, de quienes el ex ministro José Antonio Alonso dijo que entiende «que no se presentarán a las próximas elecciones». El comentario en Benidorm era que trece tránsfugas (doce del PSOE y uno del PP) han pasado a gobernar el Ayuntamiento.

La moción ha convertido al ex portavoz local del PSOE Agustín Navarro en nuevo alcalde, en detrimento de popular Manuel Pérez Fenoll, y ha propiciado la creación de un nuevo grupo municipal que bajo el nombre de «socialistas de Benidorm» integra a los doce ediles que se dieron de baja en su partido, entre ellos Maite Iraola, la madre de Leire Pajín

El PP acusó al PSOE de haber apuñalado el pacto antitransfuguismo. Mariano Rajoy calificó lo sucedido de «cosa siciliana» y consideró «responsables» al presidente Zapatero y a los números dos y tres del PSOE, José Blanco y Leire Pajín. El ministro Alfredo Pérez Rubalcaba lamentó «profundamente» este «espectáculo».

El Pleno se celebró en un ambiente muy tenso, aunque sin incidentes graves, tanto entre los concejales de ambos grupos como en el exterior de la sala, donde coincidieron sin parar de gritar cientos partidarios y detractores del nuevo alcalde.

Al inicio, socialistas y populares se enzarzaron 15 minutos sobre el orden de intervenciones. Al votar, los concejales del PP guardaron un simbólico minuto de silencio en pie por «la muerte de la democracia» en Benidorm. Navarro justificó la moción en el «desgobierno» mientras en el salón se oían los gritos del numeroso público concentrado a las puertas del Ayuntamiento.

El nuevo alcalde se comprometió a sanear las cuentas y ser más austeros, mejorar los servicios sociales, impulsar los grandes proyectos y aumentar la participación ciudadana. Abrazado por una eufórica Iraola, el regidor socialista dijo que nombrará primer teniente de alcalde a su aliado, el tránsfuga popular José Bañuls, quien en principio no estará al frente de las concejalías de Urbanismo y Hacienda. Navarro se confesó «muy contento» por poder echar a Maruja Sánchez, la tránsfuga del PSOE que en 1991 dio la Alcaldía a Eduardo Zaplana .

El saliente, Manuel Pérez Fenoll, denunció que se «arrebata al PP la Alcaldía» en «un día muy triste en el que ningún demócrata puede entender el paso dado por los trece concejales», que «nadie sabe muy bien a quién representan». «La voluntad popular ha sido vulnerada» por «algunos» que sólo quieren «ver colmadas sus ansias de poder», dijo. Ante el malestar hacia su persona, el tránsfuga Bañuls afirmó tener «la conciencia muy tranquila» y pidió «respeto» a los ciudadanos para poder demostrar que «todo esto ha merecido la pena».