Madrid / Oviedo

El presunto etarra Faustino Marcos Álvarez, detenido el pasado día 16 en Portbou (Girona) y que ayer ingresó en prisión sin fianza por orden del juez de la Audiencia Nacional Fernando Grande-Marlaska, había regresado a España con la intención de instalar un almacén y un taller de explosivos, informó «Efe».

Así consta en el auto de prisión dictado ayer por el juez, en el que relata que la razón de su vuelta a España, tras permanecer casi 8 años en la clandestinidad en Francia, era la «localización de un lugar donde depositar y elaborar artefactos explosivos».

El juez, que interrogó ayer a Marcos, también envió a prisión a Jon Rosales Palenzuela y a Adur Aristegi Aragón, arrestados cerca de la frontera francesa en Camprodon (Girona) cuando intentaban huir al país vecino.

En los respectivos autos, el juez imputa a Marcos los delitos de integración en banda armada y de tenencia de armas y explosivos con fines terroristas. En el caso de Rosales y Aristegi, les imputa la comisión de un delito de integración o colaboración con banda terrorista.

El juez relaciona a Rosales con Ibai Beobide, detenido el pasado sábado 13 de febrero en Guipúzcoa cuando circulaba en bicicleta y encargado de liderar al menos dos comandos legales (no fichados) en el País Vasco, mientras que afirma que Aristegi intentaba ayudar a Rosales a huir a Francia.

Según Grande-Marlaska, Beobide «dinamizó la constitución» de los «taldes» «Imanol» y «Ezpala», para los que captó a Jon Rosales y a Ione Lozano Miranda, manifestando los dos su conformidad de integrarse en ETA.

En el momento de su entrada en ETA, Beobide les entregó un lápiz de memoria que contenía el «sistema operativo» utilizado por la banda y diversa información sobre la elaboración de artefactos explosivos. Tras la detención de Beobide el pasado sábado, Jon Rosales intentó huir a Francia pasando por Cataluña, momento en que fue arrestado en Camprodon junto a Adur Aristegi, quien le prestaba «auxilio» en su huida «poniendo los medios precisos» para su fuga a Francia.

Aristegi ya fue detenido en julio 2008 por colaborar con el desarticulado «comando Vizcaya», entonces liderado por Arkaitz Goikoetxea. Por su parte, Marcos ingresó en ETA en 2001, captado por Mikel Uzcudun Lizaur. Poco tiempo después acudió a una cita con la dirigente etarra Ainhoa García Montero, quien le solicita que elaborase informes sobre objetivos de la banda. En junio de 2002, y creyendo que podía ser objeto de seguimientos policiales, pasó a la clandestinidad a Francia, donde ha estado a las órdenes, entre otros, del entonces «número uno» de ETA Francisco Javier López Peña, alias «Thierry», formando «talde» con Imanol Gómez González, fallecido en accidente de circulación.