La congelación de las pensiones contributivas en 2011 para reducir el déficit provocó ayer un duro enfrentamiento con un cruce de descalificaciones entre Mariano Rajoy y José Luis Rodríguez Zapatero, en el que el jefe de la oposición llamó «dictatorial» al Presidente y éste tachó al líder del PP de «demagogo».

Rajoy expresó su más absoluto rechazo a la decisión de vetar las enmiendas que la oposición -salvo el PNV y CC- han presentado a los Presupuestos para que no se congelen las pensiones. El líder del PP acusó a Zapatero de «arbitrariedad» y le exigió que tenga «gallardía» y «coraje» para rectificar.

Es una medida «dictatorial», de un Gobierno «autoritario y miedoso», que revela que carece de argumentos, denunció Rajoy, quien echó en cara a Zapatero que en sus seis años de Gobierno haya utilizado el veto en 79 ocasiones, frente a los ex presidentes Felipe González y José María Aznar, que las emplearon 8 y 0 veces, respectivamente.

Zapatero tachó a Rajoy de ser incoherente, ya que, por un lado, pide que se recorte el gasto y, por otro, critica que el Gobierno ejerza su derecho constitucional de vetar aquellas enmiendas que suponen un incremento del gasto o una reducción de ingresos. El Presidente aseguró que lo ha hecho por «responsabilidad» y con el fin de rebajar el déficit y consolidar las cuentas públicas. El jefe del Ejecutivo instó al líder de la oposición a que no haga «demagogia» con las pensiones, ya que el PSOE las ha subido ocho veces más que el PP .

El presidente del Congreso, José Bono, se dirigió al Gobierno para advertirle de que no considera razonable que impusiera el veto a las enmiendas una vez iniciado el debate presupuestario. La Cámara no lo volverá a permitir a partir del próximo año. Los recursos de amparo del PP, ERC e IU no se votaron ayer en la mesa, donde el PSOE habría tenido problemas al estar en minoría.

La tensión se reprodujo en el debate entre Elena Salgado y Soraya Sáenz de Santa María. La Vicepresidenta acusó al PP del mayor ejercicio de irresponsabilidad durante la crisis». «Menos cuento y más votación», le respondió la portavoz popular.