La contabilidad de Luis Bárcenas atribuye a Francisco Álvarez-Cascos varios papeles protagonistas en la trama de la supuesta financiación irregular del Partido Popular. Los de recaudador de efectivo y primer perceptor de sobresueldos, además de participante activo en el reparto de dinero entre altos cargos de la formación conservadora. Los asientos contables que el ex tesorero del PP entregó el pasado lunes al juez Pablo Ruz asignan al hoy líder de Foro Asturias intervenciones esenciales en una operación que, de acuerdo con la contabilidad secreta de Bárcenas, habría manejado en total unos 8,3 millones de euros en dinero negro entre 1990 y 2010. Según los papeles divulgados ayer por el diario «El Mundo», Álvarez-Cascos habría aportado en total 372.000 euros en dinero negro para financiar el partido entre 1990 y 1998, habría sido el primer cobrador de sobresueldos de la caja B de manera periódica y continuada -a partir de 1993- y uno de sus principales beneficiarios. Habría sido, al decir de esas fuentes, el gran favorecido en el reparto junto al asesor electoral Pedro Arriola hasta que en 1997 se generaliza la entrega de sobresueldos a la cúpula del partido, incluido Mariano Rajoy.

Según se desprende de los escritos, divulgados ayer por «El Mundo», desde 1990 hasta 2004, de forma regular y constante, en las épocas en las que fue secretario general del PP, vicepresidente del Gobierno y ministro de Fomento, el hoy líder de Foro habría recibido de la trama cantidades que suman casi 400.000 euros, pero además habría aportado al partido más de 282.400 euros en su etapa de mayor intensidad recaudadora -de 1994 a 1998-, a los que habría que sumar otros 90.000 correspondientes a una anotación consignada a nombre de «Paco» en 1990. Cascos se apresuró ayer a negar que haya realizado nunca «entregas en metálico al PP».

La documentación difundida ayer completa la parte de los papeles secretos de Bárcenas que desde el pasado enero han publicado «El País» y «El Mundo», en los que hasta ahora no figuraban todas las anualidades, e incluye algunas imprecisiones y mensualidades duplicadas. La suma de las percepciones atribuidas a Cascos bajo los acrónimos que, según Bárcenas, lo identifican, y de las referencias al secretario general en su época en el cargo da un resultado en torno a los 400.000 euros.

Los papeles que el ex tesorero facilitó el lunes al tribunal resumen veinte años de tratos con dinero negro en los que el político asturiano es el único secretario general de la formación al que se le asignan aportaciones en metálico al partido, además de percepciones procedentes del reparto de la «contabilidad B» de Bárcenas. Siempre según los asientos divulgados ayer, unos manuscritos, otros registrados en una hoja de cálculo, hasta 1997 Cascos comparte la mayor parte de las percepciones con Pedro Arriola, asesor de José María Aznar, que lo sigue siendo hoy de Mariano Rajoy y que suma en los papeles unas percepciones próximas a 1,3 millones de euros. Después de esa fecha, y a raíz del triunfo electoral del PP en 1996, es cuando se incorpora a los papeles del ex tesorero la cúpula del partido. Identificados con sus nombres o por sus iniciales, llegan al reparto Mariano Rajoy -322.000 euros más 33.000 para vestuario-, Javier Arenas -225.000- el asturiano Rodrigo Rato -en torno a 216.000-, Federico Trillo -185.000- o Jaime Mayor Oreja -180.000-, entre otros. La secretaria general actual, María Dolores de Cospedal, tiene dos trimestres en 2008, a raíz de su llegada al cargo, de 7.500 euros cada uno.

En la nómina de pagadores, junto a Cascos, aparecen sobre todo, pero no sólo, empresarios ligados a la construcción. José Luis Sánchez, fundador de la constructora más grande de Andalucía, Sando, sería el donante más generoso, con 1,25 millones de euros, por delante de los 927.710 euros de Ángel Piñeiro, en su día responsable financiero del PP de Galicia. En la lista también figuran Manuel Contreras (Azvi), Juan Miguel Villar Mir (OHL) o Luis del Rivero (Sacyr-Vallehermoso), y una ligazón con el «caso Gürtel» a través de Alfonso García Pozuelo, propietario de la constructora Hispánica, contribuidor con 258.000 euros, o el que acabaría siendo «número dos» de la trama, Pablo Correa, de quien se consigna una entrega superior a 126.000 euros ya en 1999.

Las hojas de la «contabilidad B», que Bárcenas aportó al tribunal en un lápiz de memoria, añaden a la función de perceptor ya atribuida antes a Cascos ésta de recaudador para el partido, una tarea que el líder de Foro Asturias se apresuró a negar ayer, asegurando que la información publicada es «completamente falsa». A la pregunta de dónde venía el dinero que supuestamente Cascos entregaba al partido, Bárcenas aseguró que los fondos procedían de «aportaciones de simpatizantes». El ex secretario general sería, según esta teoría, un intermediario, aunque el ex responsable de las finanzas del PP también declaró ante el juez Ruz, según una información publicada ayer en «El País», que si bien no se entregaban recibís, los donantes «lo que querían era que les viesen la cara».

En el modus operandi de la trama, siempre según lo descrito en los papeles del ex tesorero, Cascos está en los dos lados. Bajo los distintos alias que, según Bárcenas, identifican en las anotaciones contables al actual líder de Foro -«P. A. C.», «Paco», «Paco A. C.», «Paco Álvarez Cascos», «Cascos» o «Paco Álvarez»-, el ex vicepresidente es un asiduo en el reparto, tanto en el debe como en el haber, desde que todo comienza en 1990 hasta que él abandona el Gobierno en marzo de 2004. Las primeras anotaciones de la documentación corresponden al mes de abril de 1990. Francisco Álvarez-Cascos era secretario general del partido desde enero del año anterior. La primera entrega a «Paco», aclarada como «decl. Renta», es de 500.000 pesetas, y poco después se consigna un asiento de entrada al mismo nombre de quince millones de pesetas.

A partir de ahí, las denominaciones que, según Bárcenas, identifican a Cascos en los papeles aparecen en todas las anualidades hasta el primer trimestre de 2004. Al principio, como aportaciones de auxilio para el pago del impuesto sobre la renta; después, a partir de 1993, como sobresueldos. En julio de ese año, el ex tesorero del PP consigna por primera vez una gratificación extra en efectivo con una periodicidad mensual a nombre de un alto cargo del partido. Se trata de un asiento de 875.000 pesetas de la época -5.258 euros-, correspondientes a las mensualidades que van de marzo a junio, que se atribuye al secretario general, entonces Francisco Álvarez-Cascos. En otros momentos del mismo año, la documentación refleja pagos mensuales por el mismo concepto en julio, agosto y septiembre, a razón de 220.000 pesetas -1.322 euros- al mes.

Desde ese momento y hasta 2004, los asientos contables del dinero B no dejarán de consignar salidas periódicas a nombre de los distintos seudónimos que, según las declaraciones de Luis Bárcenas, identifican a Francisco Álvarez-Cascos. Hay once mensualidades a 220.000 pesetas en 1994, otras tantas a 228.000 en 1995, nueve a 236.000 al año siguiente... Los pagos se consignan por meses cuando los perceptores todavía son pocos, sobre todo hasta el éxito electoral en las generales de 1996. Después, a medida que se estipulan pagos a cada vez más altos cargos del partido, las salidas se van anotando por trimestres y acaban siendo resumidas por semestres.

Los papeles incluyen, asimismo, pagos supuestamente efectuados a diversas personas por indicación de Cascos, al ex ministro Juan Carlos Aparicio en 1992, varios a una tal «Begoña» y uno más a «Rosen» -identificado como Rosendo Naseiro, predecesor de Álvaro Lapuerta y de Luis Bárcenas en la tesorería del PP- en 1993.

La Policía investiga los archivos con las supuestas cuentas B del PP

El juez Pablo Ruz envió el pasado martes a la Unidad central de Delincuencia Económica y Fiscal (UDEF) de la Policía una copia del contenido del lápiz de memoria que Bárcenas le entregó el lunes. El dispositivo contiene veinte archivos, los asientos con los que el ex tesorero pretende demostrar la existencia de una contabilidad alternativa en el PP desde 1990 y todos ellos han sido incorporados a la causa al igual que el resto de los documentos aportados por el antiguo responsable de las finanzas de la formación conservadora. La unidad policial deberá investigar ahora el contenido de los papeles con el propósito de elaborar un informe y remitirlo a la Audiencia Nacional razonando si estas nuevas pruebas avalan la confesión de Bárcenas o tienen alguna implicación para la causa.

La unidad policial, compuesta por unos trescientos especialistas en delitos financieros y fiscales, ha tenido ya una intervención decisiva en la investigación de la «trama Gürtel». La UDEF se mostró en su día reticente a identificar la identidad de quien se escondía tras las iniciales «P. A. C.» en «Gürtel» por la experiencia negativa acumulada durante la «operación Malaya», donde el juez no admitió finalmente que se desvelase la identidad de los encausados por sus siglas sin que se dispusiese de ninguna prueba más que el sentido común, como ocurre con el «P. A. C.» que aparece citado en relación con la red corrupta.

Ahora, de momento, el juez Pablo Ruz ha acordado incorporar a la causa en la que investiga la supuesta contabilidad B del PP el contenido de la memoria digital aportada por el ex tesorero y las nueve carpetas de colores con documentos que también facilitó el ex tesorero el día de su comparecencia, informa «Efe». El magistrado ha creado para ello una pieza documental separada de la causa, denominada «Documentación aportada por Luis Bárcenas Gutiérrez», con el objeto de simplificar y agilizar la investigación.