La exposición finalizaba mañana, así que los ladrones aprovecharon el cambio de año para hacerse in extremis con un botín maravilloso: «Les choristes», del pintor impresionista Edgard Degas. Se lo llevaron del Museo Cantini, en la francesa Marsella, donde se exponía desde el mes de octubre. Está valorado en «sólo» 800.000 euros, o sea, que no es una de las grandísimas obras del autor, fallecido en 1917, pero no deja de ser todo un Degas.

La obra desaparecida es «un pequeño pastel», en referencia a la técnica con la que se pintó, dijeron fuentes del Museo Cantini, uno de cuyos trabajadores fue ayer interrogado por la Policía, pero puesto en libertad sin cargos poco después. El cuadro había sido prestado por el Museo de Orsay, en París, especializado en arte del siglo XIX. Los ladrones no dejaron huellas, por lo que se sospecha que el robo fue perpetrado por profesionales.