Mina, la gran diva de la canción italiana, cumple mañana 70 años cosechando aún éxitos discográficos, pero sin abandonar su retiro voluntario que la ha convertido en un mito invisible desde 1978. Mina Anna Mazzini, «La Tigresa de Cremona», ciudad donde creció y tal y como la conocen en Italia por su carácter y su pasión, es un claro ejemplo de que cuando se tiene talento no hacen falta campañas mediáticas, entrevistas o apariciones en la televisión para cosechar éxitos y mantenerse en la cima.

La «Voz de Italia» no aparece en público desde agosto de 1978, fecha del último concierto en el local que la vio nacer como artista, La Bussola, en Toscana, y tras el que sufrió una grave pulmonía que la hizo retirarse a su residencia de Suiza, donde, desde ese momento, desapareció de los focos.

Sin embargo, desde su refugio de Lugano, no ha dejado de trabajar, publicando álbumes que se han convertido en éxitos de ventas sin que tuviese que verse obligada a hacer campañas de promoción. Su voz y su mito venden sin esfuerzo promocional alguno. En su larga carrera, Mina grabó más de mil canciones con títulos como «Grande, grande, grande», «Ancora, ancora» o «Se telefoneando», ha cantado en varios idiomas y vendido 150 millones de discos. Ahora Italia celebrará su 70.º cumpleaños con decenas de iniciativas para que se siga oyendo su voz. La televisión, de la que ella fue musa, le ha dedicado amplios espacios; una página web emite ininterrumpidamente desde hace días sus canciones; se han reeditado en vinilo sus 14 discos más emblemáticos y el 14 de mayo saldrá un nuevo álbum.