Entre los privilegios de ser una estrella del pop internacional se encuentran no sólo todo tipo de caprichos, sino también la posibilidad de abandonar un avión varado en pleno temporal de nieve mientras el resto de pasajeros debe esperar un par de horas más. Eso es lo que le ocurrió el fin de semana a Madonna, que consiguió acabar con la paciencia de los pasajeros de su vuelo, que permanecieron en el avión mientras ella y su equipo eran recogidos por un autobús.