Con una detención no bastaba. La imprudencia de algunos conductores al volante sigue sorprendiendo a los agentes de la Policía. A las tres de la madrugada de ayer, J. I. A. M., de 35 años, fue detenido por arrojar un resultado en el test de alcoholemia de 0,70 miligramos de alcohol por litro de aire expirado. En aquel momento conducía una furgoneta que los agentes trasladaron al depósito municipal. Eran las tres menos diez de la madrugada. Ya no tenía carné de conducir ni furgoneta.

Dos horas y media más tarde, a las siete y veinte, el detenido se personó en la puerta de la Jefatura de la Policía. J. I. A. M. conducía en esta ocasión otro coche y pretendía recuperar la furgoneta que había sido paralizada por la Policía Local. Los agentes que le atendieron en su segunda visita a la Jefatura observaron que olía a alcohol y le hicieron la prueba por segunda vez. El detenido arrojó un resultado de 0,51 por lo que fue detenido nuevamente y su segundo vehículo también le fue retirado. Ahora ya tiene dos denuncias más.