Eloy MÉNDEZ

Las cuatro máquinas y los catorce operarios de las empresas contratadas por el Ayuntamiento para desbrozar las cunetas en los caminos de la zona rural han dejado un reguero de quejas en Caldones. Varios vecinos y propietarios de fincas denuncian que los trabajos de limpieza han derribado en la parroquia numerosas murias y lindes entre parcelas y han saturado los conductos de agua. Por eso, exigen una solución inmediata para evitar males mayores.

«Entendemos que esta labor es muy necesaria en cualquier pueblo, pero creemos que se ha cometido una serie de errores que han propiciado que muchos caminos estén ahora llenos de porquería», explica María Jesús Bárcena, presidenta de la Asociación de Vecinos «El Carbayu». Según la líder vecinal, las cuadrillas de operarios trabajan por turnos, lo que provoca la acumulación de suciedad en las carreteras. «Primero pasan quitando las ramas y removiendo la tierra de las cunetas, que queda esparcida por el asfalto, y a los dos días llega un segundo grupo que se encarga de retirar esos restos», explica. Tiempo más que suficiente para que la suciedad llegue hasta los desagües y las canalizaciones.

Los trabajos de desbroce en la zona rural comenzaron a principios del mes de diciembre en la parroquia de Serín y se prolongarán hasta mayo. La concejalía de Mantenimiento Urbano y Rural encargó esta labor a una unión temporal de empresas formada por Excavaciones y Transportes Emilio y Forestal Malleza, que cuentan con una dotación económica de 296.325 euros. En Caldones, los operarios finalizaron su tarea hace más de una semana. «Queremos que se limpie toda la suciedad almacenada, que para eso se puso en marcha este plan», advierte Bárcena, que también asegura que numerosos muros han sufrido desperfectos tras el paso de las máquinas por los caminos de la parroquia.