Gijón, J. L. ARGÜELLES

Balsámico, terapéutico, irresistible... Son algunos de los elogios que la crítica ha dedicado a la producción teatral española de «Mamma mía», el espectáculo inspirado por las canciones de «Abba», un musical que lleva más de seis años en cartel y suma, nada menos, que dos mil representaciones desde que se estrenó en el Lope de Vega de Madrid. Desde entonces, más de 2 millones de personas han llenado los teatros del país para ver un montaje que ha sido calificado de «fenómeno sociológico»: 45 millones de espectadores han visto la obra en todo el mundo.

«Participar en este musical es un bombón para una actriz, y es tan gratificante que es necesario estar siempre en plena forma», asegura Marta Valverde, que asume el papel de Tanya en «Mamma mía!». La artista anticipó ayer algunas de las claves de una obra que el teatro de la Laboral ha programado para los días 16, 17, 18 y 19 del próximo mes de junio, con seis funciones.

La versátil Marta Valverde (ha hecho teatro musical, televisión, cine; su formación va del jazz al claqué) atribuye el apabullante éxito internacional de «Mamma mía!» a la dimensión popular del grupo «Abba» y al recuerdo de sus canciones: «Ya forman parte de la memoria de varias generaciones». «Este espectáculo es un paseo por la historia de la música, además de una explosión de sonidos e iluminación», explicó ayer.

El cuarteto sueco ganó el festival de Eurovisión el 6 de abril de 1974. Lo hizo con «Waterloo», una canción que los catapultó a lo más alto de la fama internacional. Durante años, Agnetha Fältskog, Benny Andersson, Björn Ulvaeus y Anni-Frid Lyngstad no se apearían de la cima de las listas de éxitos. «Abba» ha llegado a vender más de 360 millones de discos en todo el mundo, No es impropio el término «abbamanía» para describir el fervor popular -inexplicable, para sus detractores- por un grupo que se disolvió en 1982. Llegaron a grabar en castellano. Las películas «La boda de Muriel» y «Priscila, reina del desierto» volvieron a recuperar a «Abba».

«Mamma mía!» es un musical escrito por Catherine Johnson que hilvana las canciones del conjunto nórdico -incluida la que le da título-, a partir de que Donna recibe en su hotel a sus dos mejores amigas, Tanya y Rosie. Hablan de la vida, de cómo les ha ido. La obra tiene como argumento la búsqueda del padre de Shopie. En fin, un pretexto para repasar veintidós temas escritos por Andersson y Ulvaeus.

«Hay momentos muy tiernos», indica Marta Valverde, para quien «Mamma mía!» es capaz de ensanchar la sonrisa y el ánimo en tiempo, incluso, de crisis económica: «Es un musical muy divertido y el público es cada vez más joven». Música en directo y escenografías singulares (llenan cinco camiones), además de un vestuario muy cuidado (alguno de los trajes cuesta hasta seis mil euros). «No pondría la mano en el fuego para decir que estamos en el último año de la gira», desliza la actriz.

Marta Valverde, que ayer se levantó a las cuatro de la madrugada para acudir a su cita gijonesa, está encantada de poder subir con «Mamma mía» a la Laboral: «Es un enclave maravilloso, como de cuento de hadas, y el teatro tiene una acústica magnífica».