F. GARCÍA

Las tasas del Puerto de Gijón subirán este año el 30%, el mayor incremento del sistema portuario español, tal como aparece reflejado en los Presupuestos Generales del Estado para 2012, dados a conocer ayer por el Gobierno. Los peores augurios se han cumplido: El Musel tendrá que aplicar este año unas tarifas superiores a las que venía cobrando a sus clientes, al haber decidido Puertos del Estado nuevos coeficientes correctores, al alza, para las tasas de la dársena gijonesa. Los clientes del puerto tendrán que multiplicar por 1,3 el importe de la tasa del pasado año para saber lo que a partir de ahora les va a suponer en coste cada tarifa.

La posibilidad de esta elevada subida se comentó en el consejo de administración del puerto celebrado el pasado 1 de marzo, noticia que adelantó en exclusiva LA NUEVA ESPAÑA. La Autoridad Portuaria gijonesa no sólo negó días después la información de este periódico acogiéndose al derecho de rectificación sino que además su presidente, Emilio Menéndez, anunció a bombo y platillo que negociaría con Puertos del Estado que el incremento no fuera superior al 10%. La realidad, sin embargo, es ésta: a los clientes de El Musel les costará un 30% más importar materia prima y exportar sus productos a través de este puerto, lo que supone una notable pérdida de competitividad.

La subida afecta a tasas que el puerto cobra a los buques por su atraque; a la mercancía que pasa por sus instalaciones y al pasaje que transita. La aplicación de un coeficiente corrector igual a 1 (cuadro adjunto) significa que las tasas tendrán el mismo importe que el año anterior. Es el caso de los puertos de Bilbao y de Santander, principales competidores cantábricos de El Musel, que mantendrán el mismo coeficiente del año anterior, de manera que sus tasas serán un 30% más baratas que las de Gijón y, por tanto, más competitivas.

El Musel tendrá este año el máximo coeficiente en sus tres tasas (buque, mercancía y pasaje), como Alicante y Melilla. De los competidores naturales sólo A Coruña tendrá que aplicar el mismo coeficiente (1.30) que El Musel a las tasas de buque y mercancía, aunque se quedará en el 1.05 en la tasa de pasaje. También los precios de Vigo serán más competitivos que los del puerto gijonés.

No es la subida de tasas el único contratiempo para la dársena gijonesa a la luz de los restrictivos presupuestos estatales para este año elaborados por el Gobierno del PP. La ley de Puertos, en su artículo 165, establece la posibilidad de bonificaciones en las tasas portuarias con el objeto de promover la competitividad y sostenibilidad económica de la actividad portuaria. El apartado del documento presupuestario que alude a las bonificaciones tampoco se muestra generoso con El Musel, que verá menguadas las bonificaciones que aplica a las empresas que utilizan los servicios del puerto. Por ejemplo, no habrá bonificaciones para los productos siderúrgicos que entren y salgan por el puerto de Gijón. Sin embargo, sí podrán aplicar bonificaciones a la empresa siderúrgica los puertos de Ferrol (40%), A Coruña (30%) y Bilbao (15%).