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JOSÉ LUIS MARTÍNEZ DE BOURIO | Presidente de la Sociedad Española de Cirugía Taurina

"Es terrorífico que alguien se alegre de la cogida de un torero y lo ponga en Twitter"

"La gente no sabe lo que es estar delante de un toro, ni mucho menos de lo que el animal es capaz; así pasan las desgracias en las calles"

José Luis Martínez de Bourio, tras la charla sobre atención al paciente crítico celebrada en Gijón, donde habló sobre las cogidas a los toreros. ÁNGEL GONZÁLEZ

José Luis Martínez de Bourio es jefe médico de la plaza de toros de Bilbao desde hace tres décadas y presidente de la Sociedad española de cirugía taurina. Los toreros los erigen como ángeles de la guarda. Su exposición en las jornadas de atención al paciente crítico, celebradas en Gijón, fue un éxito.

-¿Todos los toreros llegan en estado crítico a la enfermería tras una cogida?

-Depende mucho del tipo de la cornada pero en muchos casos sí. Gracias a Dios no son todos pero esta temporada ha habido unos cuantos que han llegado en estado crítico a la enfermería, donde ha sido importante actuar con inmediatez.

-Septiembre ha sido muy sangriento entre cogidas y lesiones. Gran parte de las figuras se han ido al hule: Perera, Talavante, Castella, Manzanares?

-Les influye mucho el número de festejos. Ya a final de temporada llevan muchas corridas de toros sobre los hombros y el cansancio hace mella.

-¿Qué cornadas recientes sirven de ejemplo en sus ponencias?

-Normalmente las que han sido más llamativas durante la temporada. Sin duda de este 2015 utilizaremos la de Francisco Rivera Ordóñez, en Huesca y la de Jiménez Fortes porque han sido dos, ambas en el cuello, una en el mes de mayo en Madrid y otra en agosto en Vitigudino (Salamanca). También recientemente ha sido muy grave la de Miguel Ángel Perera que le entró el pitón por el vientre y lo lanzó por encima de la barrera. Espero que en el próximo congreso los cirujanos que le han atendido nos cuentes y nos sirva a todos para ir progresando.

-¿Cuáles son las cornadas más graves que ha atendido?

-Aparatosa fue la del banderillero Juan Carlos de Ríos, "El Formidable". El toro le insertó el pitón por el abdomen y llegó a la enfermería con los intestinos fuera en 1991. Pepe Luis Martín sangró muchísimo por una cornada en el muslo en 1996 y la de El Juli en la cara, en el labio superior que se lo partió en dos como un libro abierto en 2001, siguió toreando y cortó dos orejas. También, más reciente, fue la de Sergio Aguilar en 2010, por debajo de la mandíbula, que no llegó a penetrar en el paladar. Fue muy similar a la de Julio Aparicio.

-Sin embargo los toreros reaparecen pronto o incluso siguen toreando con la herida sangrando como decía de El Juli.

-Aunque suene a tópico es verdad que están hechos de otra pasta. Eso le ocurre a usted o a mí y estamos en la UVI una temporada bien larga. Es verdad que ellos tienen muchos contratos y necesitan cumplir con el público pero son personas especiales. También influye que se ejercitan a diario, están sanos y tienen una buena forma física.

-En esta pronta recuperación, ¿ha influido la especialización en cirugía taurina?

-Cada vez hay más cirujanos que se interesan por la tauromaquia. Es muy especial y específica. Gracias a nuestros congresos cada vez vienen más médicos jóvenes. Es un conocimiento que se transmite de unos a otros y afortunadamente aumenta la demanda para entrar en nuestra sociedad.

-A veces no todo lo pueden solucionar. David Mora, por ejemplo, lleva más de año y medio.

-Las hay que parecen una bobada y para nada. Todas las cornadas nerviosas son muy importantes. También José Tomás estuvo una larga temporada tras Aguascalientes. Con David Mora somos optimistas. Lo último que me han dicho los colegas es que ha mejorado mucho y parece que puede volver a torear.

-Hace años que no hay que lamentar la muerte de ningún torero. ¿Qué factores han influido?

-Es difícil saberlo. Ahora los toreros tienen más técnica, están más entrenados. Además ha evolucionado el espectáculo. O los toros antes tenían más malicia. No le puedo decir exactamente.

-En cambio en los espectáculos populares, en las calles han muerto más de una decena de personas.

-La inexperiencia es fundamental. Mucha gente no sabe lo que es estar delante de un toro ni mucho menos de lo que éste es capaz y así pasan las tragedias que pasan en las calles. Le dan la espalda incluso. Suele ser gente mayor que va despistada y cree que no va a pasar nada. También influye el alcohol, lógicamente.

-Toro grande o toro pequeño. ¿Influye en las cogidas?

-No. Rotundamente. Un toro coge igual estés en un pueblo o en Bilbao. Se ha visto este año con cornadas importantísimas desde Vitigudino a Madrid.

-Los medios de comunicación inciden mucho en las cogidas, con repeticiones, incluso a cámara lenta, al punto de resultar morboso, ¿no?

-A nosotros nos viene muy bien. Es una gran ventaja la televisión. En Bilbao tenemos la suerte de un circuito cerrado de televisión y eso ayuda a determinar cómo ha entrado el pitón y cómo comenzar a intervenir. Incluso en el callejón ya intuyes cómo ha sido la cornada nada más verla, pero la televisión y las repeticiones ayudan mucho.

-Hablando de medios? ¿qué le parecen las redes sociales? Se lee cada cosa cuando hay cornadas?

-Es terrorífico que alguien se alegre de la cogida a un torero y lo ponga en Twitter. No entiendo las barbaridades que se han puesto en redes sociales cuando ha habido un torero cogido.

-Hace unos días aparecía el busto del doctor Flemming, situado en la explanada de la plaza de toros de Las Ventas, con una pintada de asesino. Paradójico, ¿no?

-No soy de hablar de los antitaurinos porque no los considero. Esto es un país democrático y hay que respetar a las personas. No me insulte, yo no le insulto porque no le gusten los toros.

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