Hubo un tiempo en que el IES Rosario Acuña no tenia nombre. Se le conocía por un número. El Instituto Número 9. Hasta que dos alumnos del centro, Víctor García Guerra y Uriel Bonilla "propusieron el de una mujer librepensadora, adelantada a su tiempo" y referente para muchas generaciones. Una "asombrosa y polifacética mujer" a la que ayer recordaron muchos de sus actuales "pupilos".

A esos antecedentes y al cambio que supuso para el Instituto gijonés convertirse en el IES Rosario Acuña, se refirió en Centro Municipal Pumarín-Sur la actual directora del centro educativo, Isabel Puente en el acto de apertura del 25 aniversario de un instituto que en este curso acoge a 540 estudiantes de Secundaria y Bachillerato y que desplegará en las próximas semanas un amplio programa cultural y festivo, que girará en torno a la figura de Acuña.

Esa dedicación empezó ayer, con la brillante exposición de los trabajos en los que todos los estudiantes llevan inmersos desde finales del pasado año en sus clases de tutoría. Trabajos que ahondaron en la vida, obra, quehaceres y ocios de Acuña. Hasta se recordó al público el testamento de quien fue considerada también una "bruja masona".

"Nos parecía conveniente que todos los alumnos salgan del centro con un conocimiento amplio de la figura de Acuña y por eso se está elaborando un libro biográfico que pensamos entregar a todos cuando acaben en el centro", contó la directora. También el consejero de Educación, Genaro Alonso, se sumó a la fiesta y tras felicitar a la comunidad por el trabajo de ayer y la dedicación de estos 25 años no pudo por menos que instar a que "el progreso y la equidad os guien en vuestro camino, como guiaron el de Rosario Acuña".