La Autoridad Portuaria de Gijón ha declarado desierta la segunda subasta de su antigua sede, frente al Puerto Deportivo de Gijón. El motivo, según señala la Autoridad Portuaria, es que "según la Abogacía del Estado, ninguna de las dos ofertas concurrentes en esta ocasión aportaron, en tiempo y forma, y en su totalidad, los requisitos exigidos al efecto".

Dos empresas habían presentado ofertas a la subasta. Se trata de Miramar Apartamentos y de Santiarti, firma ésta última vinculada al mismo empresario asturiano propietario del edificio del hotel NH en el Piles y que también optaba a adquirir la antigua sede de la Autoridad Portuaria para reconvertirla para hotel de la misma cadena hotelera, en este caso de cinco estrellas.

La primera subasta se había celebrado en julio del año pasado con un precio de salida de 3,58 millones de euros, pero había quedado desierta. El precio de salida de esta segunda subasta fue de 3,04 millones de euros, al aplicar una rebaja del 15% sobre el anterior.

Aunque en esta ocasión sí hubo ofertas, ninguna cumplió con los requisitos exigidos para poder efectuar la adjudicación. Al menos una de las ofertas había condicionado la compra a que se despejaran las incertidumbres urbanísticas sobre el edificio, que actualmente, según figura en el plan especial de Cimadevilla, sólo puede destinarse a uso de oficinas, no hotelero.

En 2016, la Autoridad Portuaria había recibido una oferta de alquiler a largo plazo del inmueble para convertirlo en hotel, realizada por el citado empresario avilesino vinculado a la cadena NH, quien habría manifestado estar dispuesto a invertir 4,5 millones de euros en la conversión del edificio en un hotel de lujo. Sin embargo, la alternativa del alquiler fue rechazada por Puertos del Estado, que prefirió la venta de dos edificios que suman una superficie de 2.864 metros cuadrados, a los que hay que añadir una parcela aneja de 877 metros cuadrados, con 20 plazas de aparcamiento.

Por la compra del inmueble también se interesó el gobierno local de Gijón, para el caso de que no hubiera ninguna empresa privada interesada. Sin embargo, no logró el apoyo del resto de grupos políticos municipales, lo que bloqueó cualquier oferta en firme por el edificio. Ahora está por ver qué decisión toma la Autoridad Portuaria de Gijón. Cabe la convocatoria de una tercera subasta, con una nueva reducción del precio. La venta directa sólo sería posible entre administraciones.